El entrenador del luchador Max Rohsk, Robert Drysdale, quien se desempeña en las artes marciales mixtas, está en el ojo del huracán al no querer detener la pelea de su pupilo contra Austin Hubbard.
Cuando Rohsk se encontraba descansando al final del segundo round, le pedía al entrenador que detuviera la pelea y llamara al árbitro, sin embargo el preparador lo instaba a seguir luchando ya que no estaba "mal herido".
"Respira, recupera tu respiración", repetía Robert Drysdale para que su pupilo se levantara para "vencer a ese chico", pero el luchador pedía entre sollozos que detuvieran el combate.
Ante la insistencia de ambos, uno de los inspectores se percató del incidente, por lo que el árbitro intervino para poner fin a la pelea.
Posteriormente Drysdale declaró a ESPN: “Espero excelencia de las personas que entreno porque los amo. No estaba gravemente herido y sentí que necesitaba un impulso mental. Esperaría lo mismo de mi entrenador… Volveremos. Max es un campeón".