AFP
Honduras empató 0-0 con Australia este viernes en el partido de ida del repechaje por un boleto a Rusia 2018 y tendrá que mejorar el próximo miércoles de visitante en Sídney si quiere estar en el Mundial.
El partido se disputó en el Estadio Olímpico Metropolitano de la ciudad de San Pedro Sula (norte) ante 39.000 aficionados.
Australia busca su quinta clasificación a un Mundial mientras que Honduras tratará de conseguir la cuarta.
Los 'Socceroos' desaprovecharon dos ocasiones claras en el primer y el segundo tiempo que pudieron haberle dado una ventaja inmejorable en la cerrada disputa por el boleto a Rusia, ante una escuadra Bicolor disminuida, lejos de sus últimas presentaciones con las que logró el pase al repechaje por la Concacaf.
La ausencia del atacante Alberth Elis (Houston Dynamo, MLS) se hizo sentir por la velocidad que aporta al ataque de la Bicolor. Romell Quioto, quien hace dupla con Elis en el equipo estadounidense, naufragó en su soledad.
El atacante del Barcelona B, Anthony el 'Choco' Lozano, recibió pocos balones y deambuló sin crear peligro al portero Mathew Ryan.
Las principales armas de Honduras desaparecieron. Ni Alex López, que empuja desde el medio con balones filtrados a los espacios, y menos Quioto, con su velocidad, pudieron imponerse al equipo del DT Ange Postecoglou.
Los amarillos, representantes de Asia, se posicionaron mejor en el terreno de juego. Aaron Mooy se convirtió en conductor del mediocampo con el apoyo de Massimo Luongo y las descolgadas de Joshua Risdon y Aziz Bench pero fallaron ocasiones claras.
En la oportunidad más franca, Tomi Juric encaró en el primer tiempo al portero Donis Escober, después que se cayó el defensa central catracho Henry Figueroa, pero increíblemente le pegó mal al balón y lo desvió cerca del poste.
Jackson Irvine había desaprovechado minutos antes un pase de la muerte de Ridson al volar el balón por encima del arco.
La 'H' apenas tuvo una oportunidad al minuto cuando Ovidio Lanza avanzó para quedar mano a mano con el portero Ryan pero, por lento, Trent Sainsbury le sacó el balón.
