Alemania se despidió tempranamente del Mundial de Rusia 2018, tras caer por 1-0 frente a México; ganar por 2-1 a Suecia; y caer por 2-0 ante Corea del Sur. Con eso, sus aspiraciones de defender el título planetario se esfumaron tempranamente.
La eliminación repentina abrió el debate en Alemania, pues no estaba dentro de las expectativas que el campeón del mundo en Brasil 2014 se quedara en el camino. Sobre todo, en la fase de grupos.
En ese sentido, en las últimas horas una tesis tomó fuerza entre los medios alemanes, donde se revela un factor que, hasta ahora, era desconocido.
El medio alemán Bild apuntó que, en plena concentración, “algunos futbolistas habrían pasado demasiado tiempo en el World Cup Hotel en Vatutinki, cerca de Moscú, y hasta altas horas de la noche”.
Hasta ahí todo normal, sin embargo, los seleccionados se habrían mantenido, durante las noches de concentración junto a la selección, jugando Play Station 4.
Los juegos escogidos por los seleccionados eran “Fifa 18, Fortnite, Call of Duty”, según indica el medio mencionado, el cual añadió que “ya no se centraban en los entrenamientos y en el torneo, porque antes que nada, tenían en mente su rendimiento en la consola”.
Dicha información, según apunta el medio, era manejada por Joachin Low, quien habría pedido que se quitara el internet e incluso los cables de la consola para que dejaran de jugar.
La información indica que las peticiones del entrenador no llegaron a buen puerto, pues las distracciones siguieron y eso repercutió en el total de horas de sueño que acumularon antes de enfrentar cada duelo del Grupo F.