Romain Grosjean estuvo 28 segundos adentro de su auto en llamas durante el Gran Premio de Bahréin.
El piloto francés de 34 años había sufrido un impactante accidente que dejó su carro, perteneciente a la escudería Haas, calcinado tras estrellarse contra una barrera de contención.
Grosjean fue dado de alta durante las últimas horas del hospital en el que fue tratado y, desde allí, aseguró: "Así está mi mano derecha esta mañana. La felicidad que tenía cuando me dijeron que ya no necesitaba toda la venda y podía usar mi dedo fue enorme. Casi lloro. Es una victoria en mi camino hacia la recuperación".
Anteriormente, eso sí, reveló lo que lo llevó a salir heroicamente del automóvil y por sus propios medios.
"Por mis hijos, me dije a mí mismo que tenía que salir. Metí las manos en el fuego, así que claramente sentí arder en el chasis. Salí, y luego sentí que alguien tiraba de mi mono (traje), así que supe que estaba fuera", dijo a TF1 de Francia.
El piloto está casado con Marion Grosjean, con la que tiene dos hijos: Sacha, de 7 años y Simon, de 5 años. Este último, de hecho, "cree que tengo poderes, un escudo de amor mágico", señaló.
Y añadió: "Estas son palabras muy fuertes de un niño. Mi hijo mayor, Sacha, que tiene siete años, es más racional, trata de comprender. Y mi pequeño ha hecho un dibujo, 'para las heridas de papá en sus manos'".
Romain Grosjean, por otra parte, recalcó que volverá a competir. Mientras escapaba del fuego, dijo, "pensé que no era posible terminar así".
