Sebastián Beccacece se aferra con dientes y uñas al banco de la "U", tapándose los ojos ante la crítica, los hinchas, los directivos y – principalmente – los negros resultados obtenidos.
El peor arranque posible para su carrera como DT. Y es que bajo el alero de Jorge Sampaoli, con quien conoció el profesionalismo cuando recién se empinaba sobre los 22 años, todo siempre fue favorable.
La historia de Beccacece como DT arrancó en cancha el pasado 21 de diciembre, pese a que fuera de ella ya había escrito un par de capítulos.
De nada importó el choque con la ANFP, que aún continúa en tribunales, o el "corte" de seis jugadores cuando los "azules" seguían en competencia y Martín Lasarte era su entrenador. Su empoderamiento era total, pero la pelota diría otra cosa.
Tres victorias en 17 partidos para un negro 33,3% de rendimiento. Eliminados en primera fase de Copa Libertadores y rematando décimos en la tabla del Clausura.
Entre indisciplinas del plantel y medidas disciplinarias que el mismo técnico atribuyó a la dirigencia, la confianza en su proyecto iba en caída libre.
Hoy, la millonaria indemnización que estipula su contrato y su negativa a renunciar al cargo obligan a que Beccacece siga siendo el técnico de la "U", pero en condiciones muy distintas a las de su arribo.
La dirigencia "azul" intervino su cuerpo técnico con la designación de Luis Bonini como preparador físico, además de plantear sendas restricciones para la contratación de refuerzos.
Medio a la fuerza y sin el piso con que comenzó su primera aventura como técnico, la era Beccacece va por su segunda oportunidad.
