Gabriel Ruiz-Tagle, el presidente de Blanco y Negro, la concesionaria que mueve los hilos de Colo Colo, anunció este lunes en conferencia de prensa que apelarán a la sanción de la ANFP, luego de recibir dos partidos sin público como castigo por los incidentes en el último Superclásico, además de una multa de 90 UF.
Ante los medios, el mandamás del “Cacique” señaló que apelarán a la sanción al considerarla “muy injusta”, exponiendo que castiga a todo el público.
AUDIO | Colo-Colo apelará al fallo entregado por ANFP.
— Colo-Colo (@ColoColo) 10 de septiembre de 2018
Escucha íntegra la rueda de prensa de Gabriel Ruiz-Tagle, aquí: https://t.co/k79p2YiFRV pic.twitter.com/sipnRIjsij
También recalcó que “tenemos el deber como Colo Colo de hacer presente los descargos, porque acá se realizaron todos los trabajos y todas las acciones necesarias para que no ocurriera esto”.
Ruiz-Tagle enfatizó que la intención del club no es eludir su responsabilidad, reconociendo que fallaron sistemas. Por lo mismo espera “conocer a fondo los motivos de estos fallos y lo queremos hacer a partir de una querella criminal en el Ministerio Público que nos permita conocer qué pasó y tomar medidas efectivas”.
Junto con anunciar esta querella contra quienes resulten responsables de los incidentes, el timonel del “Popular” manifestó su sorpresa por la sanción de dos partidos a “puertas cerradas”, aunque adelantó que “tenemos la tranquilidad de aportar elementos de juicio suficientes”.
“En nuestra apelación debemos presentar argumentos de fondo que permitan ver con claridad que el club tuvo un cumplimiento del protocolo exigido, hay elementos en que se alude a falta de rigurosidad y ahí no está el tema de fondo con respecto al cumplimiento de lo exigido. Nuestros abogados en la segunda sala lo harán presente”, afirmó.
Recordar que debido a los incidentes en el último Superclásico, la Intendencia de la Región Metropolitana también redujo el aforo del Monumental para el partido entre Colo Colo y Palmeiras por Copa Libertadores.
Además los responsables de los incidentes recibieron un duro castigo y pasarán más de 11 años fuera de los estadios.