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[VIDEO] Esto fue lo que se dijeron Beausejour y Pinilla en el Superclásico

[VIDEO] Esto fue lo que se dijeron Beausejour y Pinilla en el Superclásico
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Sin duda, fue una de las postales que marcaron el partido entre Albos y Azules y que dará que hablar durante la semana: el duro encontrón entre Mauricio Pinilla y Jean Beausejour.

Se sabe que el fútbol es un deporte tenso, donde ambos equipos están con la adrenalina al máximo para quedarse con los tres puntos. Es por esto que muchas veces -podríamos decir que en casi todos los partidos- se ve algún roce, un manotazo o un "pechazo" entre jugadores rivales. Sin embargo, no es normal ver que esto suceda entre compañeros del mismo equipo. 

Justamente eso fue lo que pasó durante el Superclásico en el que los albos salieron victoriosos ante su clásico rival. Cuando corría el minuto 60, el jugador azul Jean Beausejour fue enviado tempranamente a las duchas por un manotazo a Claudio Baeza, hasta ahí todo bien.

Sin embargo, en su salida se produjo uno de los hechos que marcarán la historia de los Superclásicos. "Bose" estaba descontrolado como pocas veces y Mauricio Pinilla se acercó a calmarlo. "Apúrate en salir, negro, si ya la cagaste" le habría dicho el ariete azul, según consigna Las Últimas Noticias

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Ante esto, se generaron empujones y recriminaciones mutuas frente a las más de 43 mil personas que llenaban el Estadio Nacional. 

Pero la cosa no paró ahí. Beausejour, cada vez más molesto, se enfrentó a cabezazos con Pinilla, dando uno de lleno en el ojo de Pinigol. El reclamo de Beausejor sería porque Pinilla le estaba echando al público encima, lo que según el, rompía los códigos entre compañeros. "A mí no, a mí no" gritaba descontrolado Jean según consigna el medio. 

Tras eso, fueron Lorenzo Reyes y Jorge Valdivia quienes separaron a ambos. 

Beausejour se fue eufórico hacia el túnel del estadio mientras gritaba a los hinchas azules "me la banco, esta me la banco yo" antes de ser calmado por Gonzalo Jara y Fernando de Paul (a quien también empujó fuertemente), para dar término al día de furia de palmatoria y de pasada, dejando una de las postales que marcaron el Superclásico.