Este sábado Cobresal sentenció su caída a la Primera B, luego de empatar con Santiago Wanderers en Valparaíso y quedar sin opciones de seguir luchando por su salvación.
El descenso de los “mineros”, sin embargo, no es algo que haya sucedido exclusivamente por la mala campaña en la temporada 2016-2017 de la Primera División, sino que es producto de un lento pero sostenido declive a través de los años.
Desde su retorno a la máxima categoría del fútbol chileno en 2002, tras descender en 1999, los “albinaranjas” permanecieron, hasta ahora, durante 15 años ininterrumpidos en Primera A, pero generalmente en la zona baja de la tabla de posiciones, salvándose de la “B” con lo justo en más de una ocasión.
La única vez que Cobresal adquirió protagonismo y llegó a lo más alto fue en el Torneo de Clausura 2015, cuando inesperadamente se coronó campeón de la mano del técnico argentino Dalcio Giovagnoli.
Los “mineros” en ese certamen sumaron 34 puntos y lograron su primer y único título de la Primera División. Sin embargo, al finalizar ese campeonato, el plantel perdió a varias de sus figuras y al propio DT Giovagnoli.
Para el Torneo de Apertura 2015, el del segundo semestre de ese año, llegó al banco Arturo Norambuena, quien fue rápidamente cesado por su irregular campaña. En su reemplazo asumió interinamente Rubén Vallejos, para terminar el certamen noveno con 18 unidades.
El 2016 volvió Giovagnoli, pero ya nada fue lo mismo. En el Torneo de Clausura los “albinaranjas” quedaron decimocuartos entre 16 equipos (14 puntos), y en Copa Libertadores finalizaron últimos en su grupo con solo tres unidades, gracias a una victoria y cinco derrotas.
El descenso que se concretó este sábado empezó a configurarse en el Torneo de Apertura 2016 aún con Giovagnoli como técnico, donde los “mineros” sumaron 16 puntos y quedaron en la decimotercera ubicación.
El DT argentino se marchó al acabar ese campeonato. En su lugar arribó el nacional Emiliano Astorga, quien solo estuvo hasta la novena fecha cuando fue despedido por los pésimos resultados.
Una vez más el “Camión” Vallejos tuvo que ocupar el banco del club de El Salvador en un momento complicado, luchando por escapar el descenso. Pero esta vez no fue suficiente su presencia para evitar algo que se venía “cocinando” desde hacía varios años.
El descenso de los “mineros” esta vez fue ineludible y, después de más de 15 años, el estadio El Cobre deberá volver a ser escenario de la Primera B del fútbol chileno.
