Dispar visión del partido tuvieron los técnicos del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane, y del Paris Saint Germain, el español Unai Emery, luego del triunfo de los locales por 3-1 este miércoles en el Santiago Bernabéu, en el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League.
Tras el encuentro, la leyenda gala que dirige a los “merengues” señaló que “ha sido una victoria merecida. Hay que felicitar a todo el equipo, cada uno en su papel ha hecho bien su trabajo”.
“Hicimos un gran partido contra un adversario muy bueno. Queremos disfrutar esta noche de lo que hicimos y, a partir de mañana pensar en el siguiente partido y luego en la vuelta”, agregó.
Sin embargo, su colega hispano discrepó a raíz del cometido que tuvo el juez italiano Gianluca Rocchi, a quien considera que influyó en el marcador a favor de los locales.
“El árbitro no nos ha ayudado. Ha tomado decisiones que nos han perjudicado claramente. El resultado no refleja lo que se ha visto en el campo (...) No ha estado equilibrado desde el principio, la tendencia suya ha sido pitar más hacia el Real Madrid. No es el mismo criterio”, opinó.
“El penal no es muy claro, hay otro claro por mano de Ramos... Si esas cosas son distintas y equilibradas en París, todo será diferente”, añadió de cara a la revancha en el Parc des Princes.
No obstante, Emery es optimista para la vuelta del próximo 6 de marzo en París. “Creo en nuestra capacidad de remontar, tengo confianza en el equipo”, aseguró.
Pero quien más duro le dio al juez italiano fue el presidente de los franceses, el qatarí Nasser Al-Khelaifi.
“Cuando jugamos contra un gran equipo siempre es lo mismo. El año pasado contra el Barcelona, este año contra el Real. Está bien, es un gran equipo, pero ¡basta ya! La UEFA tiene que hacer algo”, reclamó ante los periodistas.
“No digo que hayamos perdido por el árbitro, que quede claro, pero hay pequeños detalles que cambian muchas cosas. Pienso sobre todo en la amarilla a Adrien Rabiot, que no era seguro. El fútbol no puede continuar así”, cerró.
