¿Qué pasa con el Manchester United? ¿Y con Van Gaal? ¿Y Mourinho?
La transición en el banquillo del Manchester United es de esas noticias que los jefes de las redacciones periodísticas han tenido en la parrilla tanto tiempo, con tantos detalles que, cuando acaecen, ya parecen información vieja.
Ayer, de tarde, hablamos de esto con nuestro editor: "El tema es el cambio en el banquillo del Manchester United"; posible cambio, porque no es seguro, acordamos. Y así quedamos en averiguar los límites de ese "posible".
Pocas veces, durante una carrera de varias décadas, hemos encontrado una noticia deportiva con tantas vertientes y versiones simultáneas como esta.
Si hasta se habla del retorno de Alex Ferguson, como asesor de Ryan Giggs, en el caso de que el club confíe el plantel al "hombre de la casa".
Al principio nos encontramos con rumores, presentados como "cosa segura", según los cuales José Mário dos Santos Mourinho Félix, o Josep "Pep" GuardiolaSala, o Ryan Joseph Giggs (para nombrar sólo a los favoritos) reemplazaría en forma casi inmediata a Aloysius Paulus María "Louis" van Gaal, al cabo de un proceso con tantas intrigas palaciegas que parecía rescatado del cesto de los papeles de George R.R. Martin (autor de Juego de Tronos).
Hablamos de tres favoritos, pero en realidad el tam tam en la jungla periodística nos decía que el catalán se habría comprometido con el Manchester City para la próxima temporada, mientras que Giggs, asistente de Van Gaal, no ofrecía garantías debido a su escasa experiencia en el banquillo.
Otra posibilidad, más sensata en teoría, era una nueva declaración de confianza en Van Gaal hasta el fin de la temporada, pero esto había perdido credibilidad debido al creciente repudio de los aficionados ante los reiterados fracasos del equipo y el evidente desánimo y desconcierto del entrenador.
Un entrenador que ha gastado poco más de US$400 millones en jugadores. ¿Hasta cuándo se le podrá tener confianza?
Casi todos los medios británicos recordaban el martes que Van Gaal habría ofrecido dos veces su renuncia a fines de diciembre, tras una sucesión de calamidades: el equipo quedó fuera de la Champions League y perdió tres partidos seguidos de la Premier. El club lo disuadió, pero la tercera vez…
El presidente Obama quiere persuadir a Van Gaal de hacerse cargo de Corea del Norte… Está convencido de que esto les impedirá atacar.
Ahora, ante el abucheo de la hinchada tras la penosa derrota 0-1 en Old Trafford ante el Southampton, muchos dieron por supuesto que había ofrecido nuevamente su renuncia, rechazada antes por el club, que prefería aguardar hasta el fin de la temporada, corriendo el riesgo de no jugar la Champions League por segunda vez en tres años.
El Guardian, por ejemplo, aseguró rotundamente que había ofrecido su renuncia el sábado. La dinámica informativa le daba la razón: el balance de los últimos diez partidos era de cuatro derrotas, cuatro empates y dos victorias.
Lo peor es el juego, ramplón, aburrido, sin imaginación (agreguen ustedes el reproche que les parezca, porque todos los ha escuchado Van Gaal).
En los últimos días casi todos los diarios insistieron en informar de una "carta de amor" de varias páginas que Mou habría enviado supuestamente al club, con un meticuloso análisis de los puntos débiles del equipo y cómo él podría rescatarlo del pozo y conducirlo a su destino manifiesto. (Esto fue desmentido por su agente, cuyo trabajo es velar por lo que conviene a su pupilo.)
¡Él, despedido por el Chelsea por no poder controlar un motín del plantel, según la versión cuasi oficial, o de maniobrar cínicamente para forzar su despido calculando que el banquillo del United estaría disponible, según otras!
La versión de una "carta de amor" de Mou al Man United cuajó porque está en la personalidad del portugués mostrarse proactivo cuando busca trabajo, como surge de los testimonios de los dirigentes del Barcelona que lo entrevistaron cuando buscaban al reemplazante de Frank Rijkaard.
Ayer a mediodía todo parecía apuntar a un anuncio inminente: Van Gaal afuera, Mou adentro.
- El 24 de enero el Times informaba de que "Mourinho tiene confianza en que será el nuevo DT del Manchester United".
- El 25 casi todos los medios se hicieron eco del anuncio del Guardian sobre la renuncia presentada por Van Gaal el sábado, tras caer ante el Southampton.
Pero en el curso de la tarde del 26 comenzó a cambiar el panorama.
- BBC Sport anunció que, a diferencia de lo que todos los demás creían, Van Gaal no había presentado su renuncia el sábado, aunque ese mismo día el Daily Star aseguraba que el club había "conversado" con Mourinho.
- Por la tarde del martes, Yahoo Sport decía que Woodward "no quiso despedir a Van Gaal para salvarse a sí mismo" (tienen una relación de amistad). Y muy poco después el Manchester Evening News iba más lejos y aseguraba que "Van Gaal no ha renunciado y además no tiene la intención de dejarle su lugar a Mourinho," citando a Maarten Meijer, biógrafo del entrenador holandés.
- El Daily Mirror matizó el cambio de tonada afirmando que "Van Gaal quiere devolver la confianza de quienes lo apoyaron" en momentos difíciles.
- Y el Manchester Evening News reiteró luego una versión que había publicado días antes: el hombre indicado sería Ryan Giggs, con el asesoramiento… sujétense… de Alex Ferguson, que a los 73 años estaría dispuesto a sacrificar su retiro para participar en un nuevo intento de salvar al club de sus amores.
- Los diarios de hoy miércoles ya no mencionan un cambio inminente. El Times y el Daily Mail dicen que "Van Gaal no ofreció la renuncia". El Guardian informa de que el club revisará la situación "partido a partido".
- El Daily Mirror dice que el club teme que Ryan Giggs ponga fin a una trayectoria de 28 años si no se le tiene en cuenta esta vez para suceder a Van Gaal.
- Un columnista del Telegraph, Jonathan Liew, ofrece la nota humorística: dice que "el presidente Obama quiere persuadir a Van Gaal de hacerse cargo de Corea del Norte… Está convencido de que esto les impedirá atacar."
Pobre Van Gaal, de patriarca respetadísimo a objeto de bromas fáciles.
Lo que llama la atención es que nadie, entre todas estas lumbreras periodísticas, parece muy seguro de lo que está ocurriendo, lo cual quiere decir que las personas encargadas de la decisión no están haciendo confidencias.
Van Gaal regresó ayer de Holanda, donde asistió al cumpleaños de su hija y por la tarde asistió al entrenamiento del plantel, en preparación del partido por la FA Cup ante el Derby County, el viernes. El compromiso no parece muy exigente, pero otra mala actuación ante un rival débil podría ser dinamita, con Stoke City y Chelsea los próximos rivales del United en la Premier League.
Cualquier decisión será tomada por Ed Woodward, vicepresidente ejecutivo del Manchester United, en consulta con Joel y Avram Glazer, copresidentes y los miembros más conspicuos de la familia propietaria del club, tras el fallecimiento del patriarca Malcolm.
Woodward fue el gestor financiero de la compra del club por los Glazer y ha logrado muchos éxitos comerciales desde entonces, pero no tiene experiencia en el plano deportivo y, a juzgar por los reiterados fracasos en el mercado de jugadores, le cuesta moverse en un acuario con tantos tiburones.
La conjunción entre un dirigente inexperto, un entrenador arbitrario (y con un enfoque anacrónico) y unos propietarios sin compromiso afectivo con el club, habría formado la tormenta perfecta que ha sacudido al club de Manchester.
Algunos veteranos se preguntan si no estamos ante una repetición de lo ocurrido al Liverpool FC tras ganar su última liga, en 1989-90, cerrando dos décadas de dominación: por entonces, el Man United era un equipo más.
Ahora, el Manchester United está clausurando al parecer dos décadas de predominio en el fútbol inglés mientras que el Liverpool es un equipo más.
Las circunstancias, sin embargo, son diferentes en un punto crucial: el poderío económico del United le garantiza hoy un poder de recuperación que no tuvieron los herederos de Bill Shankly, Bob Paisley, Joe Fagan y Kenny Dalglish.
Según datos de la consultora Deloitte, en su Football Money League, el Man United es el tercer club más rico del mundo, después del Real Madrid y del Barcelona, pero el año que viene podría superar a los dos españoles, cuando entren en vigor los nuevos acuerdos comerciales negociados por Woodward.
Desde hace varios meses la imagen del Manchester United de Van Gaal es el equivalente futbolístico de un ave con plumas recortadas que pretende volar majestuosamente… sin poder mantenerse a la altura requerida por el orgullo y los antecedentes del viejo maestro, uno de los más influyentes del fútbol moderno.
Los entendidos creen que Van Gaal perdió el tren que él mismo había puesto en marcha: Jonathan Wilson, autor de Inverting the Pyramide, una historia de la evolución táctica del fútbol, destacó recientemente el aporte del holandés en el desarrollo moderno del juego del Barcelona (Johan Cruyff no fue el único que se sentó en el banquillo del Camp Nou) y también el del Bayern Munich. ¿Qué otro técnico podría jactarse de algo semejante?