El futbolista peruano de 34 años, Paolo Guerrero, fue interceptado por autoridades brasileñas durante la noche del martes luego de transitar uno de los barrios más exclusivos de Río de Janeiro en medio de una "Ley Seca" que se lleva a cabo en Brasil.
Según el portal brasileño O'Globo aproximadamente a las 23.50 horas de la noche del martes, el punta del Flamengo se negó a realizar la prueba de la alcoholemia, lo que llevó a la policía local a realizarle una fuerte sanción: 12 meses de suspensión de su licencia.
Sin embargo, había más. La licencia con la que fue sorprendido Guerrero ya estaba vencida. De esta manera, el atacante que participó en el Mundial de Rusia 2018 tendrá que contratar a algún chofer para poder movilizarse sin romper la ley.