Cuando el asistente técnico de Gian Piero Ventura se acercó a la banca italiana a pedirle al volante defensivo Daniele de Rossi, que empezara a realizar trabajos de precompetencia, el jugador de la Roma estalló.
El partido ante Suecia estaba 0-0 –tal como terminaría- y estaba seguro que él no era la mejor solución en ese momento.
“¿Para qué carajo voy a entrar yo? No tenemos que empatar, ¡tenemos que ganar!”, gritó desesperado y fastidiado, apuntando hacia el delantero Lorenzo Insigne, que estaba a su lado.
Una vez terminado el encuentro, y consumada la histórica eliminación, De Rossi intentó bajarle el perfil al episodio.
“Solo estaba diciendo que los atacantes debían calentar. Problamente, no era yo quién debía decidir eso. Lo lamento si alguien se ofendió. Todo lo que quería era avanzar, no necesariamente jugar”, dijo el mediocampista, que anunció el fin de su carrera con la selección italiana.