El equipo de Claudio Bravo sumó un nuevo trofeo a sus vitrinas, luego de que el Manchester City derrotara en penales al Chelsea, por la final de la Copa de la Liga.
Fue un 0-0 en Wembley al final de los primeros 90 minutos, marcador que se mantuvo en los siguientes 30 del alargue, definiendo al campeón desde los doce pasos.
Antes de los penales la polémica se instaló en el banquillo del Chelsea, cuando el portero español Kepa desobedeciera a su técnico, Mauricio Zarri, quien lo quería sustituir por Willy Caballero, con mayor experiencia en este tipo de definiciones.
La confianza del guardatubos ibérico no fue suficiente para que los citizens triunfaran por 4-3 en penales, levantando la copa y a la expectativa de lo que ocurra en la Premier League, ya que de ganar su partido pendiente podrían quedar al tope de la tabla.