La inesperada caída de Michel Platini, el exfutbolista que quería salvar el fútbol
Michel Platini fue hombre de fútbol. Lo jugó, lo entrenó y lo dirigió. Su próximo paso parecía destinado a convertirlo en el hombre más poderoso del deporte más popular del mundo, tras haber anunciado su candidatura a la presidencia de la FIFA.
Pero ahora su futuro es incierto y también lo es el futuro del fútbol.
La decisión del Comité de Ética de la FIFA de suspenderlo durante 90 días de toda actividad relacionada con el fútbol, junto al presidente Sepp Blatter y al secretario general Jérôme Valcke, deja al organismo sin un rumbo claro a cuatro meses de que se lleven a cabo las elecciones a la presidencia, el próximo 26 de febrero.
El que fuera tres veces Balón de Oro asegura que se trata de una campaña para "dañar su reputación" y que está seguro de "que superará este momento difícil con la completa transparencia y unidad que le da al fútbol su fortaleza".
El excapitán de Francia y actual presidente de la UEFA informó que este mismo jueves había entregado las cartas de apoyo que se requieren para aspirar a la presidencia de la FIFA.
Habrá que ver cómo será la reacción de todas las federaciones nacionales y confederaciones regionales que le habían expresado su respaldo y lo veían como la persona que se necesita para enderezar el deporte.
A fin de cuentas, argumentaban, Platini fue un hombre que nació con un balón, creció en un campo y maduró dentro del fútbol.
Leyenda del balón
Platini fue un mago del balón, protagonista de una época de oro del fútbol que estuvo liderada por una generación única de jugadores que quedaron inmortalizados con el número 10 en la espalda.
Al igual que sus rivales de la época, el argentino Diego Armando Maradona y el brasileño Zico, el fútbol del francés condensaba todos los elementos que hicieron tan popular al deporte.
Toque sutil, creatividad, gol y, sobre todo, liderazgo en la cancha.
Fue con él en el timón que Francia conquistó la Eurocopa de 1984 y conmovió con su fútbol en el Mundial de 1982.
Fue con él que la Juventus de Italia se proclamó campeón del mundo en 1985.
Pero Platini traspasó los límites de los terrenos de juego.
Tras colgar las botas, no tuvo éxito como seleccionador de Francia, pero su paso por el banquillo le sirvió de trampolín para entrar en la directiva de la federación de fútbol de su país.
Dentro del organismo, Platini fue el presidente del comité organizador de la Copa del Mundo de Francia en 1998, mismo año en el que Sepp Blatter fue elegido por primera vez presidente de la FIFA.
La llegada de Platini al Comité Ejecutivo de la FIFA en 2002 hizo que su imagen comenzara a estar vinculada directamente con la de Blatter, quien fue uno de sus principales valedores.
El pasado que lo persigue
Pero con el paso del tiempo los caminos de ambos dirigentes se fueron distanciando.
Platini asumió en 2007 la presidencia de la UEFA, organismo que agrupa a las federaciones del fútbol europeo, y desde entonces ha sido la cabeza visible del mayor grupo de oposición a Blatter y la FIFA.
Sin embargo, pese a retirar el apoyo a Blatter en la últimas elecciones, Platini no ha podido desligar su nombre a los escándalos de corrupción que han sacudido a la FIFA en los últimos años.
Como miembro del Comité Ejecutivo apoyó públicamente la candidatura de Qatar para ser sede de la Copa del Mundo de 2022 y rechazó devolver el lujoso reloj que recibió por parte de la organización del Mundial de Brasil en 2014.
Dan Roan, editor de BBC Sports, dice que la imagen de Platini genera emociones encontradas.
"Puede aducir justamente que es un hombre del fútbol gracias a su condición de haber sido una de las leyendas del deporte y de ser uno de los pocos casos de pasar de la cancha a los pasillo de la FIFA".
"En la UEFA también obtuvo crédito al incrementar la diversidad en la Liga de Campeones al hacer más fácil la clasificación de equipos de las ligas más pequeña a la fase de grupos, así como implementar el 'juego limpio' financiero en los clubes".
Sin embargo, aclara Roan, que la reforma no ha dado el resultado esperado y muchos critican "su visión paneuropea de la Eurocopa 2020, así como su oposición a la tecnología de la línea de gol, lo que hace difícil presentarlo como un candidato reformista".
Para Platini el fútbol necesita un cambio radical que rompa con la "extrema estabilidad" que ha experimentado el deporte con sólo dos presidentes en casi 40 años.
Pero fue en ese período en el que tuvo una exitosa carrera como jugador y forjó su crecimiento como dirigente.
Y ahora es parte de ese pasado el que podría cortar su futuro ligado al deporte que ha dedicado su vida.