El delantero internacional alemán del Leipzig, Timo Werner, quien extrañamente tuvo que dejar el terreno de juego en el partido de Liga de Campeones contra el Besiktas en Estambul (2-0 para el equipo turco), fue víctima de una indisposición causada por el ruido infernal en el estadio.
Corría media hora de partido cuando el jugador se llevó las manos a los oídos y, poco después, su técnico debió echar pie atrás en otro cambio para sustituirlo por Klostermann.
La salida fue un hecho extraño y parecía no tener explicación durante el partido, jugado el pasado martes.
Werner ya había pedido tapones para los oídos para intentar protegerse del ruido, pero en un momento ya no pudo soportar los mareos y solicitó ser sacado del campo.
"Nunca en mi vida he visto un ambiente como este. No podía concentrarme en el partido. Pedí unos tapones para los oídos y tampoco me ayudaron. Aún no me siento bien", comentó Werner al medio turco ÇapaMag Spor.
Su entrenador, Hasenhüttl dijo que el jugador había tenido problemas respiratorios y circulatorios, pero luego reconoció que el estruendoso ambiente dentro del estadio fue lo que afectó a Werner y también a todo el plantel.
"Es imposible preparar a tu equipo para un ambiente como este. Había un ruido ensordecedor y nos afectó al principio del partido. No estuvimos bien en los primeros 20 minutos de partido. Pero fue una lección para todos nosotros. Vi con quien puedo contar en situaciones como esta", dijo Hasenhüttl , en declaraciones que recoge The Telegraph.