AFP
"Yo no soy el contable de la FIFA", declaró Joseph Blatter, presidente dimisionario y suspendido del organismo, rechazando tajantemente la supuesta corrupción que se le atribuye, en una entrevista a la cadena alemana ARD.
Blatter se refirió también a una investigación reciente de la BBC, según la cual el FBI estadounidense examina varios documentos que probarían que Blatter tenía conocimiento de las prácticas de corrupción en el seno de la FIFA en el marco del escándalo de ISL, una sociedad de marketing deportivo.
Según la cadena británica, la justicia estadounidense está en posesión de una carta escrita por el predecesor de Blatter al frente de la FIFA, Joao Havelange, en la que el ex dirigente brasileño escribe, sobre los pagos de ISL, que Blatter tenía "completo conocimiento de todas las actividades" y "siempre estuvo informado" de los pagos.
ISL es una sociedad de marketing deportivo sospechosa de haber pagado 92 millones de euros en sobornos para obtener los derechos de difusión de varias competiciones en los años 1990.
Autodefinido como "una persona honesta", Blatter, de 79 años, consideró que "se abusó de su confianza".
Según afirmó, el contable de la FIFA "debería haberle dicho algo".
"No se me puede reprochar nada si no estuve implicado", añadió.
Blatter, suspendido por 90 días hasta el 5 de enero, estimó que la instancia que le juzga se parece a "la antigua inquisición católica".
"Mi único arrepentimiento es no haberme retirado tras el Mundial de 2014. Me lo habían sugerido, especialmente mi familia. Y debí hacerles caso", afirmó.
Blatter, al igual que el presidente de la UEFA, Michel Platini, debería ser escuchado "entre el 16 y el 18 de diciembre" por la comisión de ética de la FIFA en relación al pago dudoso de 1,8 millones de euros de Blatter a Platini para saldar en 2011 una deuda por un trabajo de asesoramiento realizado en 2002.
