El ex capitán de la Selección inglesa Rio Ferdinand sufrió el pasado 1 de mayo la muerte de su esposa Rebecca Ellison, con quien se casó en 2009, producto de un cáncer de mama.
Desde ahí el zaguero de Queens Park Rangers (QPR) no se había referido públicamente al tema, hasta ahora. En una publicación de The Sun el defensor habla por primera vez tras la sensible pérdida, calificándola como "el periodo más difícil" de su vida.
Rebecca, quien falleció a los 34 años de edad, dejó tres pequeños hijos: Lorenz (9 años), Tate (6) y Tia (4). Ferdinand destacó la valentía de su esposa y al mismo tiempo reveló que se sentía "culpable" por ausentarse mientras su equipo intentaba evitar el descenso en Inglaterra.
A veces, cuando me he perdido algún partido importante por lesión, he pensado que era el fin del mundo. Pero, créanme, eso no es nada comparado con que a tu mujer, la madre de tus hijos, le diagnostiquen un cáncer a los 34 años
El artículo revela cómo la enfermedad de la mujer la llevó a ser hospitalizada de forma permanente. "La normalidad luego se convirtió en algo imposible", explicó el zaguero.
"A veces, cuando me he perdido algún partido importante por lesión, he pensado que era el fin del mundo. Pero, créanme, eso no es nada comparado con que a tu mujer, la madre de tus hijos, le diagnostiquen un cáncer a los 34 años. Quise continuar con el equipo, pero no podía prometer que iría a los entrenamientos o a los partidos, y me parecía injusto que mi entrenador no supiera si iba a poder contar conmigo o no", agregó.
"Rebecca era una mujer increíblemente valiente y una persona muy privada que no quería aparecer por su enfermedad en los medios de comunicación. Mientras ella estaba luchando por su vida, sólo un grupo muy unido a la familia y amigos lo sabían", agregó sobre su pareja.
Ferdinand destacó además el apoyo que recibió tras el fallecimiento de Rebecca. Leroy Fer, por ejemplo, anotó un gol frente a Liverpool y reveló un mensaje bajo su camiseta.
Por otra parte, se emocionó "viendo a Steven Gerrard entregar flores a mi compañero de equipo Joey Barton", mientras "los aficionados cantaban para nosotros".