La Policía presentará cargos por homicidio calificado y coacción de testigos en contra de la familia implicada en el asesinato del futbolista brasileño Daniel Correa Freitas, según publicó Infobae este jueves, citando fuentes oficiales.
El empresario Edison Brittes Júnior, sospechoso de asesinar al jugador de Sao Paulo, junto a su esposa y la hija de ambos, de 18 años, deberán responder por los cargos luego de que las autoridades reconstruyeran lo sucedido la noche en que murió Correa.
En conferencia de prensa, el comisario de la Policía Civil de Sao José dos Pinhais, Amadeu Trevisan, dijo tener “seguridad” de que la familia Brittes “mintió” en la versión que entregó a la Policía.
“Ellos comenzaron mintiendo, inventaron una historia, cambiaron la versión, la modificaron, con coacción de testimonios”, expuso.
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— T13 (@T13) 6 de noviembre de 2018
Según la investigación, el joven futbolista habría sido sorprendido en la cama con la esposa de Brittes, motivo por el que fue golpeado y luego trasladado en el maletero de un auto a un lugar cercano donde fue cometido el crimen.
La mujer le dijo a las autoridades que había sido víctima de un intento de violación por parte de Correa, versión que fue respaldada por Brittes en un video divulgado a medios locales. “La puerta estaba cerrada, él había entrado en la habitación, se había quitado la ropa y cerrado la puerta. Yo tiré la puerta y él estaba encima de mi esposa, que gritaba socorro”, había detallado el empresario.
Pero la versión del comisario es que, según los análisis toxicológicos, el futbolista estaba “bastante ebrio”, pero no drogado, “totalmente indefenso” e “incapaz de violar a alguien”, cuando fue “dominado” por cuatro personas.
Trevisan interrogó intensamente a los testigos antes de llegar a esa conclusión. Frente a esto, consideró que “Edison amenazó a los que estaban en la casa para ponerse de acuerdo con la versión de los hechos”.
“Creemos que la familia Brittes comenzó mintiendo e inventando una historia en un fraude procesal indiscutible y coaccionó a los testigos para apoyar sus afirmaciones”, añadió.
“De los testigos que interrogamos y que estaban en la casa, ninguno escuchó el grito de Cristina pidiendo ayuda para evitar que la atacaran”, continuó el detective, detallando que “nadie escuchó el ruido de Edison rompiendo la puerta”.
