El anhelo de Europa por los reyes del gol sudamericano
Los agentes y ojeadores del fútbol escuchan a diario una súplica plañidera de sus contactos en los clubes más ricos de Europa: ¿no tienes en agendaun buen goleador latinoamericano?
"Tengo uno español/belga/inglés/ruso/alemán/italiano que es una maravilla", replica el agente.
-No, no, yo no lo quiero para el banquillo; quiero un goleador que haga goles: argentino, brasileño, uruguayo, colombiano, chileno…
La tendencia no es nueva pero se ha estado acentuando. En los últimos días encontramos varios ejemplos.
# El sábado, en Wembley, el chileno Alexis Sánchez marcó uno de los goles más sensacionales en la historia de la FA Cup, el segundo en la victoria del Arsenal 4-0 ante el Aston Villa en la final: un disparo de larga distancia, muy bello.
Ese mismo día los televidentes de la BBC eligieron el mejor gol de las transmisiones del programa Match of The Day (¡50 años de historia!) y podemos decir que el de Sánchez no hubiera desentonado en la recopilación.
(Anotemos que resultó elegido el gol maradoniano de Ryan Giggs en una semifinal de la FA Cup de 1999 ante el Arsenal.)
# Poco tiempo después, en el Camp Nou, Lionel Messi dejó con la boca abierta y las manos en la cabeza a jugadores, público y comentaristas, burlando un cerco de tres jugadores y sentando a un cuarto al convertir el primer gol de la final de la Copa del Rey ante el Athletic Clud de Bilbao, que el Barça ganó 3-1.
Neymar Jr señaló el segundo gol azulgrana, habilitado por Luis Suárez; Messi cerró la cuenta al rematar un pase de Dani Alves.
La delantera conocida ahora como MSN (Messi-Suárez-Neymar) ha alcanzado una cifra récord de 120 goles esta temporada (y puede sumar más el sábado que viene, en la final de la Champions), superando a los 118 de Cristiano Ronaldo-Benzema-Higuaín con el Real Madrid, logrados en 2011-2012.
Las cifras del trío sudamericano son escalofriantes: 58 goles Messi, 38 Neymar y 24 Suárez, quien comenzó con retraso su temporada, primero por suspensión y luego sin encontrar su sitio durante varios partidos.
# El miércoles pasado, en Varsovia, el colombiano Carlos Bacca marcó dos goles para la victoria 3-2 del Sevilla ante el Dnipro en la final de la Europa League.
El argentino Ever Banega fue elegido el mejor jugador del partido, pero el analista británico Jonathan Wilson, muy respetado en América Latina (prepara una historia del fútbol argentino), destacó el aporte del colombiano, no sólo por los goles sino por el efecto inspirador de su juego y trayectoria profesional.
"Es mucho más que un finalizador", escribió Wilson. Su partido fue "una clase magistral en trabajar la línea ofensiva, buscando el espacio, arrastrando a defensores fuera de posición. Su actuación fue de gran generosidad."
En una época en que muchos buenos jugadores son ricos desde muy jóvenes, cabe destacar que Bacca sólo se hizo profesional a los 22 años.
# También el sábado, el uruguayo Edinson Cavani señaló con un soberbio cabezazo el único gol en la victoria de su Paris Saint-Germain en la final de la Copa de Francia, ante el Auxerre (de la segunda división).
El PSG es el primer equipo francés que obtiene la triple corona: el título de liga, la copa de la liga y ahora la copa de Francia.
Cavani marcó en la temporada 18 goles, uno menos que su compañero de equipo Zlatan Ibrahimovic, pero el sueco es el lanzador oficial de penales (8 goles de estos lanzamientos, en contraste con los 3 de Cavani).
Ambos fueron superados en la clasificación por Alexandre Lacazette y André-Pierre Gignac, ambos franceses.
La tabla de goleadores del calcio italiano está virtualmente controlada por argentinos: Mauro Icardi (Inter) tiene la misma cantidad (22) que el veteranísimo italiano (38 años) Luca Toni (Verona), aunque éste jugó dos partidos más; en tercer lugar quedó Carlos Tévez (Juventus, 20) y cuarto Gonzalo Higuaín (Napoli 18).
En la liga inglesa, la tabla de goleadores fue encabezada por Sergio Agüero(Manchester City, 26), seguido por el inglés Harry Kane (Spurs, 21) y el hispano-brasileño Diego Costa (Chelsea, 20); Sánchez quedó en quinto lugar, con 16, dos más que su compañero (favorito de Wenger) Olivier Giroud.
En Portugal, el máximo goleador fue el colombiano Jackson Martínez, capitán del Oporto, con 21 dianas; lo siguieron dos brasileños del Benfica: Jonas (20) y Lima (19).
Estos ejemplos ilustran la creciente vigencia de los goleadores latinoamericanos, en particular sudamericanos, en las principales ligas europeas, las más ricas del fútbol profesional.
Al público latinoamericano esto puede parecer el simple reconocimiento de una habilidad natural, pero en Europa muchos se preguntan a qué se debe la tendencia.
Un maestro como Arsene Wenger dijo en octubre pasado que "los mejores goleadores vienen de Sudamérica, porque es el único continente que los está desarrollando ahora".
Esta opinión tiene su peso, en particular porque es de sobra conocida la predilección del técnico francés por los jugadores de su país natal.
El "descubrimiento" de Wenger comenzó al parecer con la llegada al Arsenal de Alexis Sánchez, que en el momento de la declaración del DT había convertido 8 goles y dado tres asistencias en los últimos 11 partidos.
Vale la pena reproducir con más detalle las declaraciones de Wenger de octubre:
"¿De dónde vienen los goleadores en Europa?", se preguntó. "Muchos de ellos, por lo menos 80 por ciento, vienen de Sudamérica. Es posible que esto se deba a que el fútbol callejero ha desaparecido [en Europa]. En la calle, cuando tienes 10 años juegas con chicos de 15 y debes ser astuto y rápido, debes demostrar que eres bueno, tienes que pelear, ganar pelotas imposibles".
Y concluyó: "Cuando todo está más institucionalizado, se tiende a dar más importancia al desarrollo técnico que al espíritu competitivo. Eso es lo que hemos perdido [en Europa]".
Esto parece insuficiente; las razones deben ser más complejas, ya que si todo dependiera del fútbol callejero los futbolistas africanos, por ejemplo, deberían destacar tanto o más que los latinoamericanos, pero la impresión se extiende.
Es fácil imaginar una conversación telefónica que comience así:
"Hola… Habla Arsène… ¿Por cuánto me consigues a Jackson? Es muy caro… ¿no tienes a algún chileno prometedor, para que haga compañía a Alexis? ¿Un peleador que no se lesione tanto como Wilshere?"
(PAUSA)
"No, Vidal tiene 28 años y cumple otra función. No necesita ser chileno. ¿Cuánto piden por [el argentino Paulo Dybala? Ahh… lo quiere Juventus…"