Denuncian en Venezuela millonario soborno por la final de la Copa América 2007
AFP
Dirigentes de la Conmebol cobraron un millón de dólares para permitir que Maracaibo acogiera la final de la Copa América 2007, organizada por Venezuela, denunció Giancarlo Di Martino, exalcalde de la ciudad, en entrevista publicada este sábado por la prensa.
Di Martino dijo al diario Panorama que la plana mayor de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en aquellos días, incluidos el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo, exigió el pago durante una cena en la que estuvo el expresidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter.
"Fue una cena muy rápida, porque yo fui al grano: 'Yo quiero la final'. Ellos primero empezaron con planteamientos formales -derechos de televisión y seguridad, entre otros puntos- y después fueron a lo económico (…) Tuvimos que dar un aporte importante para poder terminar de consolidar esa final. Fue de un millón de dólares", declaró el exfuncionario.
Ceremonia de clausura de la Copa América 2007 en el Estadio "Pachencho" Romero de Maracaibo |
Implicó igualmente al expresidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Rafael Esquivel. "Fueron Figueredo y Esquivel quienes decidieron" finalmente concederle el partido definitivo a Maracaibo, según Di Martino.
Todos son nombres involucrados en el escándalo que sacudió a la FIFA con la acusación de la justicia de Estados Unidos contra decenas de dirigentes y empresarios deportivos por millonarios sobornos y comisiones, que provocó la caída de Blatter tras 18 años al frente a la organización.
"Ese dinero fue para ellos. No sé cómo se lo repartieron", añadió el exalcalde oficialista.
De acuerdo con Di Martino, el millón de dólares fue conseguido a través de "varios empresarios", pero no especificó de quiénes se trata.
La Copa América 2007 se disputó del 26 de junio al 15 de julio. La final, realizada en el Estadio "Pachencho" Romero, culminó con Brasil como campeón tras vencer 3-0 a Argentina.
Leoz y Figueredo cumplen arresto domiciliario en Paraguay y Uruguay, mientras que Esquivel espera por juicio en Estados Unidos, también con medida de casa por cárcel.