Ganó 13 veces la Liga Premier, en dos ocasiones la Liga de Campeones en Europa, un sinnúmero de trofeos locales y estuvo 26 años dirigiendo la suerte del Manchester United, uno de los clubes de fútbol más valiosos y populares del mundo.
Pero para el técnico escocés Alex Ferguson, sólo hubo cuatro jugadores de "clase mundial" bajo su mando.
"Ellos hacían la diferencia y la evidencia está allí", el dijo Fergusonen entrevista exclusiva con el programa Football Focus de la BBC.
El selecto grupo lo incluyen el francés Eric Cantona, el portugués Cristiano Ronaldo, el inglés Paul Scholes y el galés Ryan Giggs.
Ferguson, quien además de seguir formando parte del Manchester United como directivo es profesor de la escuela de negocios de Harvard, reveló varios aspectos de su carrera durante la entrevista, desde su explosivo carácter hasta la crisis de los misiles en Cuba.
En BBC Mundo escogimos cinco de sus confesiones.
Los elegidos
Para el exentrenador, de 73 años, Cantona fue el "catalizador" que dio inició a la época dorada del Manchester United tras ficharlo en noviembre de 1992 proveniente del Leeds, uno de los acérrimos rivales de los diablos rojos.
"Cuando lo compramos, ganamos la Liga esa temporada, fue su simple presencia y su habilidad para crear y anotar goles", agregó.
"Los de la nueva generación, como Ryan y Scholes, simplemente eran fantásticos jugadores y lo mejor de ellos dos fue su longevidad".
"Y, por supuesto, Ronaldo fue sencillamente un completo genio como jugador".
Según Ferguson, futbolistas como Wayne Rooney, David Beckham, Roy Keane, Peter Schmeichel, Rio Ferdinand y el argentino Carlos Tévez fueron "grandes jugadores".
Su furia
Ferguson fue famoso por su temperamento, en especial por su "trato del secador de pelo", traducción literal del término en inglés "hairdryer treatment".
Según el diccionario Colllins, éste se refiere a "la práctica de gritar a alguien muy cerca con el objetivo de expresar tu disgusto por algo que esa persona hizo".
"Cuando era joven, era feroz. Sólo quería dominar el mundo, por lo que mi ira habría sido evidente", reconoció.
"Cuando vas envejeciendo, escoges tus momentos y a veces me inventaba esa ira sin razón y otra veces simplemente me quedaba tranquilo".
No a Inglaterra
Durante su carrera, Ferguson estuvo en la órbita de la federación inglesa para dirigir a la selección, un trabajo que nunca tuvo en cuenta por ser escocés y por otras razones.
"Una es que es un trabajo imposible. La presión de ser entrenador de Inglaterra es inmensa", explicó.
"En cada competición, por alguna razón, la prensa siempre los hace favoritos o uno de los favoritos y en mi mente ellos nunca han sido favoritos", agregó.
"Los aficionados también se encienden por los comentarios de la prensa. La cuantiosa armada de aficionados que van a los mundiales o eurocopas es fantástica, pero añade presión".
Su gran arrepentimiento
Fergunson explicó que la única vez que extrañó su trabajo como entrenador fue en la final de la Liga de Campeones de 2014, que disputaron Atlético de Madrid y el Real Madrid.
"Estuve en cuatro, pero hubiera deseado que hubieran sido más", dijo.
"Perdí tres semifinales en las que debimos hacerlo mejor y en otras ocasiones tuvimos un poco de mala suerte", lamentó.
"Al fin de cuentas se trata de un torneo maravilloso, el mejor en el mundo del fútbol".
La crisis de los misiles de Cuba
El técnico escoces también reflexionó sobre la importancia de tener el coraje de defender las propias convicciones y recordó la reacción del expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy a la crisis de los misiles en Cuba en 1962.
"JFK tenía sus propias convicciones sobre la postura de su país con respecto a la crisis en Cuba", citó Ferguson, agregando que "todos sus generales quería bombardear a Cuba hasta desaparecerla".
"Él no tomó esa recomendación y defendió lo que creía, que había una solución al problema. Fue un poco como jugar la ruleta rusa o a ver quién pestañeaba primero".
"Él se mantuvo por esa vía y ciertamente funcionó".