AFP
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ordenó una investigación del caso de supuesto soborno que debió pagar el alcalde de Maracaibo, Venezuela para que esa ciudad sea designada sede de la final de la Copa América 2007.
"Condeno enérgicamente la corrupción del pasado que tanto daño le ha hecho al fútbol sudamericano", dijo el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez en un comunicado divulgado a través de su página digital.
"He ordenado investigar a fondo estas graves denuncias", anunció el directivo. Domínguez precisó que se llevará a cabo una investigación interna y auditoría forense en el marco de una pesquisa más detallada que empezó en mayo pasado, con asistencia de auditores y abogados especializados en materia anti corrupción.
Brasil y Argentina jugaron la final de la Copa América 2007 en Maracaibo |
"Uno de los pilares de reforma en la nueva Conmebol es hacer justicia para el fútbol sudamericano", destacó y citó tres componentes: conocer la verdad respecto a los hechos de corrupción del pasado; buscar la restitución correspondiente ante la justicia, y blindar al fútbol contra la corrupción para que los abusos no se repitan.
El ex alcalde de Maracaibo, Giancarlo di Martino, denunció en una entrevista el pasado sábado que "la plana mayor" de la Conmebol en el 2007, entre ellas, el paraguayo Nicolás Leoz, el uruguayo Eugenio Figueredo y el venezolano Rafael Esquivel, cobraron un millón de dólares para designar esa ciudad venezolana como sede de la final de la Copa América que Brasil le ganó a Argentina 3-0.
El político especificó que el pedido de soborno se habría producido en una cena a la que también asistió el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
"Tuvimos que dar un aporte importante para poder terminar de consolidar esa final: un millón de dólares", dijo Di Martino en una entrevista concedida al diario Panorama. "Fueron Figueredo y Esquivel quienes decidieron finalmente condeder el partido definitivo a Maracaibo", sentenció el ex alcalde.