Con sabor a amistoso. Así fue el encuentro entre el Barcelona y Celta de Vigo en Balaídos, que permitió a los locales quedarse con los tres puntos y alejarse de la zona de descenso. Por su parte, los catalanes, que piensan en el partido de vuelta ante Liverpool por las semifinales de la Champions League, presentaron un equipo alternativo.
Siendo ya campeones, los dirigidos por Ernesto Valverde ingresaron al terreno de juego en Balaídos en medio del tradicional pasillo para los monarcadas del torneo, esta vez concedido por los jugadores del Celta. Con una oncena titular inusual, que tuvo a varios jugadores jóvenes, como Riqui Piug o Todibo, el estratega del equipo culé aprovechó de dar descanso a los nombres habituales.
De este modo, Arturo Vidal observó todo el primer tiempo y parte del segundo desde el banco de suplementes.
El chileno ingresó pocos minutos antes de que Maxi Gómez anotara el primer gol para los locales, en el minuto 67. Casi al final del partido, Iago Aspas se encargó de marcar el segundo y definitivo tanto, por la vía del penal, lo que les permitió a los locales quedarse con los tres puntos.
De esta forma, el Barcelona comenzará a trabajar con miras a lo que será el duelo de vuelta este martes ante el Liverpool, en Anfield, por las semifinales de la Champions League.