AFP
Darío Benedetto protagonizó la serie de ida de las semifinales de la Copa Libertadores con un doblete que le valió el triunfo a Boca Juniors este miércoles, por 2-0 ante el visitante Palmeiras, y que acerca al equipo 'xeneize' a la anhelada final.
Seis veces coronado en la máxima competición continental -a un título del máximo histórico del también argentino Independiente que ganó siete- Boca anhela alcanzar su tercera final desde 2007, cuando levantó por última vez el trofeo, esquivo para Palmeiras en los últimos 17 años.
El martes, en el otro cruce por la penúltima ronda, el actual campeón y tres veces ganador del torneo continental, el también brasileño Gremio de Porto Alegre, venció de visita 1-0 en cancha del archirrival de Boca, River Plate, gracias a un cabezazo de Michel tras tiro de esquina a los 62 minutos.
El siguiente partido en Buenos Aires dobló los goles anotados en el estadio Monumental la noche anterior, aunque también con un único protagonista en La Bombonera: Benedetto.
El ariete de Boca, ya recuperado de una lesión, rompió con su particular sequía goleadora al anotar por partida doble en el desenlace del encuentro contra Palmeiras.
La Bombonera celebró el primer tanto de Benedetto, también tras cabezazo a balón parado a los 83 minutos, y definitivamente se vino abajo con el segundo a los 88: un auténtico golazo con pisada de crack desde el balcón del área y zapatazo inapelable a la red, esquinado y a media altura.
El delantero, que ingresó de suplente en el partido tras recuperarse de una lesión, fue figura de Boca en la anterior campaña de campeón de la Superliga, pero no convertía desde noviembre del año pasado.
“Yo siempre dije que venía a sumar en Boca desde el lugar que me tocara estar. Hoy por suerte se dieron los goles en una semifinal. Estoy muy contento porque jugamos bien ante un rival muy duro, que planteó un gran partido, sacamos una ventaja importante pero no hay nada definido”, dijo Benedetto.
El entrenador de River, Marcelo Gallardo, se mostró confiado en tratar de revertir la semifinal. "Somos un equipo fuerte, que podemos ganar de visitante, e iremos con esa ilusión y esa mentalidad. No nos queda otra", zanjó.
River fue campeón por última vez en 2015, con Gallardo al timón.
