El Liverpool venció 4-3 en un partidazo al Leeds de Marcelo Bielsa
El Liverpool comenzó la defensa de su título en la Premier League con una sufrida victoria 4-3 ante un recién ascendido que levanta gran expectación, el Leeds de Marcelo Bielsa, este sábado en un Anfield sin espectadores, en una primera jornada en la que el Arsenal ganó 3-0 al Fulham.
Un espectáculo entre dos equipos sin complejos. El estreno de la élite inglesa, con el campeón de la Premier frente al ganador de la última Championship, deparó siete goles, cinco en la primera media hora.
Para ganar los Reds tuvieron que adelantarse cuatro veces; a través de Mohamed Salah (4 y 88 penal, 33) y Virgil Van Dijk (20).
Sin intimidarse por el rival y el escenario, el Leeds fue capaz de responder en las tres primeras; Jack Harrison (12), Patrick Bamford (30) y ya en la segunda parte (66) el polaco Mateusz Klich, con un remate de volea a la entrada del área.
Rodrigo, debut y penal
Cuando parecía que los Reds arrancaban dejándose dos puntos en casa, un segundo penal, cometido por el debutante español Rodrigo Moreno, lo convirtió Salah, que arranca con un brillante triplete.
Nada más comenzar el duelo Salah probó suerte con un latigazo desde dentro del área y el alemán Robin Koch abrió el brazo para despejar el balón. Penal y gol para el egipcio.
Lejos de achicarse, el Leeds mantuvo su plan de juego y en un balón largo Harrison recibió en la izquierda y se fue centrando hasta cruzar para igualar.
Atrevido y confiado, pero también tierno en defensa, el Leeds volvió a encajar cuando Van Dijk entró con todo en un córner y remató de cabeza tras ganar la posición a Koch, desafortunado en su estreno en la Premier.
Pero en ataque el equipo de Bielsa seguía acertado y en esta ocasión fue Van Dijk el que falló un despeje que aprovechó un certero Bamford.
En el Leeds fue titular en el centro del campo el español Pablo Hernández, de 35 años, que debutó en el Valencia en 2004.
También español y exvalencianista, Rodrigo Moreno, fichaje estrella aterrizado hace dos semanas por unos 33 millones de dólares, disputó la última media hora, con la mala suerte de cometer el penal definitivo al levantar el pie ante el brasileño Fabinho.