Óscar Salinas fichó esta temporada por Oriente Petrolero, de Bolivia, donde comenzaba a tener un buen pasar gracias a su rendimiento. Sin embargo, la pandemia por el coronavirus frenó la liga altiplánica y llevó al jugador chileno a finiquitar su relación con el club por temas familiares.
Y es que Salinas decidió dejar Santa Cruz de la Sierra considerando distintas variables como contraer el COVID-19, ya que de contagiarse por el coronavirus, no tendría con quien dejar a sus niños puesto que sólo vivía con su esposa en el país vecino.
Por eso es que emprendió rumbo de regreso a Chile, teniendo a Iquique como destino.
"Hicimos la vuelta por tierra. Fueron 26 horas en total. Nos comunicamos con el consulado y nos pidieron los datos para después designarnos un bus que salió el miércoles pasado en la tarde y llegamos como a las 23 horas del día siguiente a Iquique", relató a AS.
Ahora el jugador realiza la cuarentena obligatoria por venir fuera de Chile, con su familia en un hotel habilitado por el Minsal en la ciudad de Iquique.
Salinas menciona que el viaje no fue nada fácil: "Veníamos con mascarillas, guantes, gorro y lentes, entonces con mi señora no dormimos prácticamente para que no se los sacaran. Nos preocupábamos de desinfectar los asientos y las manos de los niños cada una hora", puntualiza.
Para retornar, Óscar Salinas debió finiquitar su vínculo con la escuadra boliviana, por lo que ahora deberá analizar su situación y ver cómo proseguirá su carrera.