Un inusual escándalo se vive en la Ligue 1 del fútbol de Francia luego de que el delantero del Niza (OGC Nice), Kasper Dolberg, amenazara con no volver a jugar hasta que el club identificara al ladrón que hurtó su reloj desde el camarín.
El artículo de lujo estaba avaluado en $55 millones, y el "9" nacido en Dinamarca hace 21 años "apretó" a la institución deportiva para la búsqueda de los responsables.
Y un par de días después, Dolberg vio avances. Según el diario L'Équipe, el juvenil Lamine Diaby-Fadiga fue la persona que sustrajo el reloj.
El jugador de 18 años es uno de los proyectos de la cantera del Niza. Debutó con 16 años, 10 meses y 18 días con el director técnico Lucien Favre, y siguió siendo citado con regularidad por Patrick Vieira, actual DT del equipo, jugando 183 minutos en 7 partidos disputados.
Lamentablemente para su desarrollo profesional, Diaby-Fadiga se encuentra lesionado del tobillo izquierdo desde abril, por lo que esta temporada aún no ha visto acción.
Ahora, el delantero fue convocado a ofrecer las explicaciones pertinentes, y el club francés le abrió un expediente disciplinario. Su sanción, incluso, podría traducirse en su despido.
Dolberg, en tanto, no confirmó sus amenazas y jugó en la victoria por 2-1 contra el Dijon, anotando uno de los goles del encuentro.