A seis meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, dos de las figuras más icónicas del atletismo nacional, Erika Olivera y Sebastián Keitel, se enfrentaron en una particular prueba. Sin embargo, no fue un duelo individual, sino que un enfrentamiento que incluyó a sus grupos familiares, algunos de ellos también ligados al atletismo.
La competencia, que se desarrolló en el Parque Club de Las Condes, contó con dos equipos. El primero capitaneado por Olivera junto a su pareja Leslie Encina – quienes dirán presente en Maratón en Río 2016 – su hija Erika (18), Yoslainne (10), Ethan (7) y Daira (6). Mientras que el del mejor velocista en la historia de Chile estuvo compuesto por el ex atleta, su hijo Sebastián (18) – quien obtuvo medalla de oro en el Mundial Escolar de Atletismo Wuhan 2015 – Elisa (14), Olimpia (8) y Emma (6).
La prueba consistió en un tramo de escalada y skipping, en donde los niños de ambas familias demostraron toda su destreza, para finalmente terminar en el desafío principal: lavar platos en el menor tiempo posible.
Finalmente el clan Keitel se impuso en la prueba final, lavando dos platos más (de un total de 15) que sus contendores.