Unión La Calera arrancó este martes un valioso empate 1-1 al brasileño Fluminense en el mítico Maracaná, en partido de ida de la primera fase de la Copa Sudamericana 2020.
Dueños de buena parte del partido, los cariocas se adelantaron en el 71 con un disparo de Evanilson.
Pero los cementeros, muy conservadores y en ocasiones contra las cuerdas, igualaron con un insperado gol del volante Gonzalo Castellani en el 73.
El partido de vuelta, difícil para el 'Flu', se disputará el 18 de febrero en La Calera.
Se notó desde el inicio que La Calera, colíder del campeonato chileno con seis puntos en dos jornadas, no quería dejarse impresionar por los cariocas ni por el majestuoso Maracaná, con una entrada muy pobre.
Los del argentino Juan Pablo Vojvoda saltaron al césped bien posicionados, con las líneas avanzadas y presionando el toque de los brasileños, en espera de algún error para sorprender. Pero se apagaron rápido.
El 'Flu', inmerso desde hace años en una grave crisis económica y muy esperanzado con esta Sudamericana, pareció muy descolocado al principio, pero poco a poco se fue asentando.
Todavía no se dejó ver la marca del recién llegado Odair Hellmann, quien dirigió el año pasado al Internacional de Porto Alegre. Sigue siendo un equipo en construcción.
En la primera parte se vio un juego aburrido, con poco nervio y menos llegada. Ambas escuadras desplegaron un esquema 4-5-1 y ni Muriel, el portero de los cariocas, ni Arias, el de los chilenos, tuvieron trabajo.
La primera y prácticamente única oportunidad de gol llegó al 17: un rápido contraataque del 'Flu' que agarró a la defensa brasileña desprevenida y que terminó en un disparo del jovencísimo Miguel, la última promesa de la fábrica de talentos carioca, atajado sin problemas por Arias.
A sus 16 años, Miguel fue el jugador que más brilló en la primera mitad en el 'Flu', que tuvo muchos errores no forzados.
Evanilson a gritos
Semifinalista de la Sudamericana en 2018, el conjunto carioca saltó en el segundo tiempo con las líneas más avanzadas, consciente de que un empate o una derrota le complica la vuelta.
Hellmann cambió al volante Yago Felipe por el delantero Marcos Paulo, y pronto se vio una mayor intención ofensiva, con repetidas recuperaciones de balón.
Los cementeros quedaron cercados, consecuencia de su juego conservador.
Se empezaron a ver jugadas colectivas de calidad de los cariocas, superiores técnicamente. Pero les faltaba el gol.
Hellmann dio entrada a Evanilson, otro delantero, un cambio que el público pedía a gritos ante el avance del tiempo, sin buenas noticias.
Al 66, Nené le sirvió de tacón una oportunidad de oro a Miguel, que disparó en solitario desde dentro del área contra el cuerpo de Arias.
Fue un aviso, un presagio.
Poco después, Marcos Paulo quebró las lineas con otro pase de maestro, y Evanilson no metió con un preciso tiro raso el balón en el fondo de las mallas.
Todo parecía encarrilado para los cariocas, eufóricos por un gol muy sudado.
Pero, en su primera oportunidad de gol del partido, los chilenos dejaron el Maracaná helado, con un disparo desde fuera del área de Castellani.
Pese al revés, los locales no se desmoronaron, lo siguieron intentando.
Los últimos diez minutos jugaron en superioridad numérica, por la expulsión por roja directa del volante Thomas Rodríguez tras un dura jugada.
Pero el marcador ya no se movió.