Santa Clara no es San Francisco. Separados por una hora de autopista, las diferencias son grandes. La bahía está helada, ventosa y con niebla, aunque mantiene la belleza de un puerto con sello propio. La sede de la inauguración y hogar de “La Roja” desde ayer es calurosa, seca, plana.
Comienza la fiesta y eso se nota en la presencia masiva de colombianos. Y, sobre todo, colombianas. El área completa sólo habla de deportes tras el triunfo de los Warriors en el primer partido de la final de la NBA, los Tiburones de San José jugándose el título en la Stanley Cup y, por supuesto, la presencia de los Estados Unidos para el partido inaugural de la Copa Centenario.
Más de mil millones de personas verán la transmisión de la inauguración de hoy, que está en manos de FiveCurrent, la empresa que organiza el espectáculo del Súper Bowl y los Juegos Olímpicos de Invierno. 71 mil espectadores en el Levi´s Stadium, el más moderno de toda la competencia.
Extrañamente, la televisión gringa recuerda a cada rato el partido más célebre entre ambas selecciones: aquel disputado en el Mundial del 94 donde Andrés Escobar anota el autogol que marcaría su vida, poco antes de ser brutalmente asesinado. Hay que entender que para los estadounidenses la copa es algo nuevo, ya que esta será su cuarta participación. La última vez que celebraron un triunfo fue hace 21 años en Paysandú, Uruguay, ante la selección chilena de Xavier Azkargorta.
Después de esa derrota, el bigotón fue a parar a una clínica y comenzó a acelerar su salida, para dar paso a la época de Zamorano y Salas que culminó en Francia 98.
Demasiados recuerdos para una generación joven, que no sabe de triunfos morales y que sólo aspira a la victoria sin concesiones de Vidal, Alexis, Medel y compañía. A ellos estará dedicado el espectáculo inaugural que incluye a Jason Derulo, J Balvin y Magic!, toda gente que debí googlear. Distinto será el caso de Pitbull y Beckham G –a quienes algo ubicó- que van a interpretar un insufrible himno que ya creo haber escuchado demasiadas veces.
