Las inclemencias del tiempo fueron los peores rivales de los ciclistas durante los kilómetros finales de la segunda etapa de la Critérium del Dauphiné realizada en Francia.
La competición de ciclismo en ruta terminó con una lluvia de granizos que pilló desprevenidos a los participantes, que incluso tuvieron que bajarse de sus vehículos para refugiarse.
Solo el pequeño grupo de avanzada se salvó del caos provocado en la Col de Porte, mientras que el resto de los competidores vivió una granizada "como bolas de ping pong", de acuerdo a los integrantes del equipo Israel Start-Up.
"Muchos ciclistas, incluidos nuestros muchachos, fueron golpeados por una tormenta de granizo, lo peor de todo lo que hemos experimentado. La escena era un caos total... corredores corriendo para cubrirse, golpeados con fuerza por mini pelotas de ping pong heladas", expresaron en Twitter.
Sin embargo, una de las imágenes más impactantes fue la del ciclista francés Maxime Chevalier, que mostró su espalda azotada por los granizos: las marcas parecían como si hubiese sido picado por decenas de abejas o algún grupo de mosquitos.
Hasta el techo inflable de la premiación se vino abajo. Y la siguiente etapa comienza este viernes 14 de agosto.
