Un juguete sexual de gran tamaño y otros objetos extraños lanzados a los campos de fútbol
Se han visto muchas cosas en los campos de fútbol, pero nunca lo que se presenció en el duelo entre Brighton y West Ham por la Liga Premier el pasado viernes.
Con la tensión aumentando en el partido por el acecho de los visitantes para igualar el tanto de los locales, el árbitro Kevin Friend se vio obligado a parar el juego para retirar del campo un objeto que había sido lanzado desde las gradas.
Para la sorpresa de los asistentes se trató de un pene artificial que Friend recogió sin inmutarse y luego colocó al costado de uno de los arcos.
Si bien no se conoce el por qué fue lanzado, el juguete sexual se suma a la lista de extraños objetos lanzados a las canchas de fútbol.
Cosas de vegetales
Hace unas semanas el entonces entrenador del Aston Villa, Steve Bruce, recibió desde la grada un repollo o col como reclamo por la mala temporada del club en la Championship, la segunda división del fútbol inglés.
Bruce calificó el incidente de "muy irrespetuoso", agregando que era un reflejo de la sociedad en la que estábamos en este momento, en la que "no hay respeto por nadie".
La imagen del repollo recordó una tradición que durante un par de décadas acompañó al Chelsea y sus aficionados, pero que el club se vio obligado a prohibir.
Se trataba del lanzamiento de apio, ritual que solía ser acompañado por un cántico en referencia el vegetal.
Pero lo que comenzó como diversión se fue escapando de las manos y en 2002 cinco aficionaos tuvieron que presentarse ante un tribunal por "lanzar misiles al campo", mientras que en 2007 se les prohibió la entrada a los estadios a tres aficionados que lanzaron apio durante un partido del Chelsea frente a Tottenham Hotspur.
Papas fritas
Este año también se tuvo que interrumpir el duelo entre Charlton Athletic y Fletwood cuando hubo una lluvia de bolsas de papas fritas sobre el campo.
Fue en protesta contra los dueños del Charlton a raíz de la decisión de reducir las horas de los trabajadores de la limpieza.
Los aficionados reaccionaron de esa manera luego que se filtrara la petición de un trabajador del club para comer papas en su escritorio.
Hace dos años, los mismos aficionados ya había manifestado su descontento de una forma similar contra los anteriores dueños, pero en aquella ocasión, con el apoyo de los aficionados del Coventry City, lanzaron cerdos de plástico.
Real, no virtual
Recientemente los aficionados de dos de los equipos más grandes de Suiza, Young Boys y Basilea, lanzaron controles de videojuego al campo en protesta contra los eSports.
El árbitro se vio obligado a parar la acción durante dos minutos para poder retirar los artefactos electrónicos.
La razón es que los hinchas no están de acuerdo en que sus clubes inviertan en el formato virtual del juego y desean que se todo el esfuerzo se concentre en el fútbol real.
Esta fue la segunda vez que sucede algo similar, ya que en un partido anterior habían hecho lo mismo pero con pelotas de tenis.
Bebes de juguete
En Argentina se produjo una lluvia diferente nacida de una de las más grandes rivalidades en el fútbol de ese país.
Ocurrió cuando los hinchas de Rosario Central, pletóricos tras haber ganado el derbi a Newell's Old Boys el año pasado, decidieron extender sus celebraciones hasta la semana siguiente y durante el partido contra Racing Central invadieron el campo con bebes de juguete vestidos con el uniforme de Newell's.
La cabeza de cochino
El mayor incidente de esta índole, o por lo menos el más famoso, fue el que protagonizaron los aficionados del Barcelona al darle la bienvenida a Luis Figo, otrora ídolo del club, cuando el portugués regresó al Camp Nou después de haber fichado por el Real Madrid.
Su presencia, vestido de blanco, no sentó nada bien entre los aficionados culés, que lanzaron todo tipo de objetos sobre el campo cada vez que Figo se acercaba a cobrar los tiros de esquina.
Encendedores, vasos, botellas y monedas son objetos recurrentes, pero nadie esperaba que sobre el campo apareciera una cabeza de cochino, imagen que terminó dando la vuelta al mundo.