En fútbol, Argentina con Nigeria tienen historia y este martes escribirán un nuevo capítulo.
Tal vez sea el más dramático de todos, al menos para los sudamericanos.
El episodio que definirá el futuro de la albiceleste en Rusia 2018 y que puede cambiar el legado de toda una generación de futbolistas cuyo máximo emblema es Lionel Messi.
Argentinos y nigerianos se enfrentaron cuatro veces en mundiales.
La primera vez en 1994, en el Mundial de Estados Unidos, y la última en Brasil 2014.
También se vieron las caras en la final de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y hace unos meses en un partido amistoso.
En este último partido, las superáguilas nigerianas dieron la vuelta al partido y derrotaron a los argentinos por 4-2, agigantando las críticas que desde entonces recibe el equipo dirigido por Jorge Sampaoli.
Todos los duelos mundialistas hasta ahora fueron ganados por la albiceleste.
Algunos de estos choques dejaron historias curiosas más allá de lo futbolístico.
Te las contamos a continuación.
1. La última de Diego
El primer partido oficial entre Argentina con Nigeria fue, a la vez, el último de Diego Armando Maradona con su amada albiceleste.
La africana fue una de las revelaciones del Mundial de Estados Unidos y se pusieron en ventaja contra los argentinos.
Sin embargo, Claudio Paul Caniggia dio la vuelta al partido con dos goles, dejando el marcador 2-1 a favor de los sudamericanos.
Maradona jugó un gran partido y hasta ese momento la prensa especializada apuntaba a la albiceleste como uno de los candidatos más serios para quedarse con el campeonato.
En ese equipo jugaban otras figuras como Fernando Redondo, Oscar Ruggieri, Diego Simeone, Gabriel Batistuta y el mencionado Caniggia.
Unos días después se conocería el positivo de Maradona por efedrina.
El golpe destruyó a Argentina, que perdió el tercer partido de la fase de grupos contra Bulgaria, otra de las revelaciones del torneo.
En octavos de final, la albiceleste poco pudo hacer contra la sorprendente Rumania de George Hagi.
Nigeria, por su parte, vendería muy cara su derrota en octavos de final ante Italia.
2. La medalla que más se hizo esperar
En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, Argentina buscaba la única medalla que le faltaba a su rica vitrina futbolística: el oro olímpico.
En ese equipo jugaban jóvenes que después serían consagrados jugadores de la albiceleste como Roberto Ayala, Matías Almeyda, Javier Zanetti, Diego Simeone, Hernán Crespo, Claudio López y Ariel Ortega, entre otros.
Los argentinos eran dirigidos por el campeón del mundo y leyenda de River Plate Daniel Passarella.
Nigeria no se quedaba atrás.
Allí estaban Taribo West, Celestine Babayaro, Jay Jay Okocha, Daniel Amokachi, Tijana Babangida y una joven promesa nigeriana llamada Nwankwo Kanu.
Argentina vencía 2-1 con cierta tranquilidad cuando apenas quedaban 15 minutos de juego, pero Amokachi igualó el marcador.
Cuando al partido le quedaban apenas algunos segundos para su conclusión, Emmanuel Amunike puso el 3-2 con el que concluyó el juego.
Nigeria llegó a esa final con el antecedente de haber eliminado en semifinales al Brasil de Bebeto, Ronaldo, Roberto Carlos, Juninho y Rivaldo.
Los argentinos tuvieron que esperar ocho años para obtener la presea dorada en una Olimpiada. Fue en Atenas, de la mano de Marcelo Bielsa y un intratable Carlos Tévez.
En aquel equipo estuvo uno de los jugadores que este martes saltará a la cancha: Javier Mascherano.
Cuatro años después, la albiceleste repitió el oro en fútbol y tuvo su venganza olímpica al derrotar en la final a Nigeria en un equipo liderado por Juan Román Riquelme y Lionel Messi.
3. La decepción menos pensada
Desde que Maradona no juega al fútbol, nunca Argentina fue considerada tan favorita como en la Copa del Mundo Corea-Japón 2002.
Dirigida por Marcelo Bielsa, la albiceleste venció la eliminatoria casi sin despeinarse y llegó en excelente nivel al torneo.
Juego veloz, vertical y con gran disciplina táctica eran las características de un equipo donde destacaban Gabriel Batistuta, Ariel Ortega, Juan Sebastián Verón y Diego Simeone.
El debut en el Mundial fue contra Nigeria y buena parte de los argentinos y la prensa mundial esperaban que el equipo de Bielsa mantuviera el paso arrollador que había llevado hasta entonces.
Sin embargo, Argentina sufrió para doblegar a las superáguilas y solo pudo quebrar el empate gracias a un golpe de cabeza de su gran goleador, Gabriel Batistuta.
La albiceleste perdió su siguiente partido 1-0 contra Inglaterra (penal de David Beckham) y apenas empató con Suecia 1-1 en el tercer juego.
Ante la incredulidad de propios y extraños, los argentinos se fueron del Mundial en primera ronda.
Hasta el día de hoy en Argentina se discute si Marcelo Bielsa debió colocar en cancha a sus dos grandes goleadores, Batistuta y Hernán Crespo, simultáneamente en lugar de intercambiarlos el uno por el otro en todos los partidos.