Tour de Francia: qué hace tan especial al mítico Alpe D'Huez, la subida más famosa del ciclismo
En sus cuestas se han escrito varias de las páginas más memorables del Tour de Francia desde que el espectacular ataque del italiano Fausto Coppi en 1952, el año en el que comenzó a escribirse la leyenda del Alpe D'Huez.
Y es que este ascenso en los Alpes se ha convertido en la subida más famosa del ciclismo.
En sus 21 curvas se han graduado los grandes ciclistas de todos los tiempos. Ganar esta etapa te asegura un lugar en la historia del deporte.
Coppi fue uno de los pocos que aprovecharon su dureza para vestirse de amarillo y sentenciar su victoria en el Tour de 1952, imagen que recorrió el mundo gracias a que ese también fue el año donde se utilizó por primera vez las cámaras de televisión sobre motocicletas.
Otros fueron el estadounidense Lance Armstrong, antes que anularan sus títulos de 2001 y 2004, y el español Carlos Sastre, cuando atacó desde la primera curva en 2008 para llegar de amarillo a París.
Pero aparte de su impacto en la clasificación general del Tour, el Alpe D'Huez es por sí solo uno de los grandes desafíos y conquistarlo reserva a cualquier ciclista un lugar en su leyenda.
Como ocurrió en 1984 con la aparición del colombiano Luis "Lucho" Herrera, o la unión de Bernard Hinault y Greg Lemond para vencer en 1986 o la espectacular imagen del italiano Marco Pantani en 1995 y 1997, edición en la que "El Pirata" estableció el récord más reconocido en el Tour al completar los 14 kilómetros de su recorrido en 37 minutos y 35 segundos.
El español Alberto Contador mejoró esa marca en cinco segundos en 2010, pero su tiempo lo logró durante su participación en la prueba del Critérium du Dauphiné.
La escalada hacia la estación de esquí ubicada a 1.860 metros sobre el nivel del mar es tan popular que por sus laderas se llega a congregar hasta un millón de aficionados de todas partes del mundo.
En especial de Holanda, que consideran este ascenso como parte de su historia luego que ciclistas holandeses ganaran ocho de las primeras 14 veces que se coronó su cima.
Con rampas con una pendiente promedio del 8,1%, el Alpe D'Huez sintetiza la grandeza del Tour y pone a prueba los límites del cuerpo humano.