Los dos tienen 35 años y son considerados los mejores tenistas que ha existido.
Sus carreras han estado marcadas por el dominio que han ejercido desde que irrumpieron en el circuito profesional cuando eran adolescentes.
Desde entonces, casi dos décadas después, sus figuras siguen vigentes como los máximos referentes que ha dado el tenis, Roger Federer y Serena Williams, él entre los hombres, ella entre las mujeres.
Ambos incluso lograron regresar de las cenizas de sus carreras para escalar nuevamente hasta la cima.
Federer sumó el domingo el título del Abierto de Miami a los conseguidos en Australia e Indian Wells para confirmar que su segunda juventud es una realidad.
El tenista suizo, que volvió a vencer al español Rafael Nadal como lo hizo en Melbourne y en la costa de California, está mostrando un nivel de juego que muchos consideran está siendo el mejor de su carrera.
Incluso el otrora revés que fue blanco durante años de los ataques de Nadal y Novak Djokovic lo transformó en un arma ganador que está dejando sin respuestas a sus rivales.
El categórico triunfo en Miami volvió a generar todo tipo de calificativos de admiración para el que muchos consideran el tenista más grande de todos los tiempos.
La duda que surge es que si esa afirmación se refiere sólo al tenis masculino o al deporte en general, y de ser así, ¿dónde queda la menor de las hermanas Williams?
Serena nunca ha tenido el nivel de popularidad de Federer y pese a su impresionante carrera tampoco parece gozar de esa estatura mítica en el imaginario colectivo de los deportistas que marcan su tiempo.
Por mucho tiempo ni siquiera lideró el ranking de las tenistas que más dinero generaba, cediendo ese honor a la rusa Maria Sharapova, a quien le ha ganado 19 de las 21 veces que se han enfrentado.
De Federer se suele hablar de su elegancia, de su manera sutil de jugar, casi sin esfuerzo, sin sudar.
De Williams, en cambio, se destaca por encima de todo su fuerza física, aunque para sus rivales sus mayores cualidades son su fortaleza mental y su técnica impecable.
En una comparativa de ambas carreras la prestigiosa revista estadounidense Forbes inclinó la balanza claramente en favor de Serena, que predominó en cinco de las seis variables que utilizó para justiciar su análisis.
La tenista estadounidense suma más títulos en Grand Slams (23-18), ha impuesto un dominio claro sus principales rivales y ha logrado una carrera con más versatilidad que el tenista suizo, como lo demuestra sus cuatro medallas de oro olímpicas -por una de Federer- y sus 14 títulos en dobles.
Incluso en el gran torneo que menos favorecía a las características de ambos, el abierto de Roland Garros, Williams lo pudo conquistar tres veces y Federer sólo en una ocasión.
En favor del tenista suizo está que ha logrado más títulos en general (91), más campeonatos de maestros o nivel similar (26-23) y victorias, con más de 1.000.
También en su defensa está el hecho que le ha tocado jugar en una de las mejores épocas del tenis masculino, junto a Nadal, Djokovic y el británico Andy Murray.
Aunque sus detractores pueden argumentar que frente el español y el serbio posee un registro negativo en sus enfrentamientos.
Al hablar de Williams y Federer nos estamos refiriendo a dos de los mejores tenistas de la historia, pero afirmar quién es el más grande de todos los tiempos (el popular GOAT en inglés, Greatest of all time) será un debate que perdurará en el tiempo, incluso después que se retiren.
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