El éxito de los Green Bay Packers, el único equipo "socialista" en el deporte profesional
La carrera por llegar a la edición número 52 del Super Bowl del próximo 4 de febrero comenzó de la manera más inesperada, con una derrota de su actual campeón.
Los New England Patriots fueron sorprendidos 27-42 por los Kansas City Chiefs en su propio campo en el que fue el partido inaugural de la temporada en la Liga Profesional de Fútbol Americano, la NFL.
Pese a la derrota, el glamoroso conjunto de Massachusetts, liderado por el icono de la cultura deportiva de Estados Unidos Tom Brady, sigue siendo el gran candidato para levantar nuevamente el prestigioso trofeo Vince Lombardi y extender la que ha sido una época de oro para la franquicia.
Pero la marcha triunfadora de los Patriots (cinco títulos desde 2001, siete presencias en el Super Bowl, nueve campeonatos de la conferencia americana y 14 títulos de la división este de 16) lo único que ha hecho es aumentar la antipatía del equipo entre el resto de los aficionados del país.
Sentimiento que contrasta con el que generan los Green Bay Packers, considerado su gran rival esta temporada.
Los "Empacadores", como también se le conoce en español, son uno de los equipos más populares de la NFL y sin duda es el que más simpatía produce entre los aficionados de todos los equipos, con la excepción lógica de su rivalmás directos como lo son los Chicago Bears.
La razón se debe a lo fascinante de su historia y el modelo que representa.
A diferencia de los Patriots, y de todos los otros equipos de la NFL, los Packers no pertenecen a una persona ni a una corporación multimillonaria. Sus dueños son los 360.000 accionistas que son los que conforman también su masa de aficionados.
En otras palabras, es la única franquicia del fútbol americano -y de las principales ligas profesionales de Estados Unidos: NHL (hockey), MLB (béisbol) y NBA (baloncesto)- que pertenece a su comunidad.
"Sí, soy dueño. Tengo un punto, una acción, al igual que otros 360.000 accionistas lo que representa una gran diversidad", le dijo a la BBC Rick Horrow, uno de sus aficionados-propietarios.
"Aunque eso no te da un derecho especial de voto, o participación en el capital, ni asiento preferencial, ni un lugar en el avión del equipo, te da mucho orgullo", aseguró.
Triunfo social
Ese modelo de propiedad ha impedido en varias ocasiones que los Packers abandonen la modesta ciudad de Green Bay, ubicada en el norteño estado de Wisconsin, y la ha llevado a ser la franquicia más exitosa del fútbol americano con 13 campeonatos, incluyendo cuatro Super Bowl.
De poco más de 100.000 habitantes, Green Bay es considerado el mercado más pequeño entre los 32 equipos que conforman la NFL lo que contrasta con la popularidad que ostentan los Packers, que suelen agotar las entradas en todos los partidos jugados en el Lambeau Field.
De haber pertenecido a un acaudalado benefactor, lo más seguro es que no hubiera sobrevivido en la ciudad y la franquicia hubiera sido trasladada a una gran urbe de millones de habitantes cuando estuvo en problemas financieros en los años 40 y 50.
Pero el hecho que sus aficionados son los mismos dueños hizo que el equipo se mantuviera en Green Bay ya que está estipulado que cualquier posible venta de la franquicia debe contar con la aprobación de sus accionistas.
"La mayor ventaja es el tremendo apoyo que recibimos por parte de nuestros aficionados, la conexión que ellos tienen con la organización y con el equipo es más grande que en algún otro lugar. Tuve la fortuna de jugar ocho temporadas con Washington y sus aficionados fueron geniales, pero aquí llega a ser a un nivel totalmente diferente", señaló Mark Murphy, ganador del Super Bowl con los Washington Red Skin y presidente de Green Bay.
El alcalde de la ciudad, Jim Schmitt, se mostró "muy orgulloso de la historia que tenemos" y resaltó lo especial de ser de los Packers a diferencia de otras franquicias.
"Hay grandes equipos ahí afuera, pero ellos no pueden comprar la historia o inventarla, la tienen que crear", comentó sin hacer referencia directa a los Patriots.
Sin fines de lucro
Lo más extraño de los Packers es que basados en un modelo socialista sobreviven en un mundo tan capitalista como lo es el deporte profesional en Estados Unidos.
Valorada como la 25ª institución más rica del mundo entre todos los deportes, con ganancias superiores a los US$400 millones al año, sus beneficios son reinvertidos en el equipo y el dinero sobrante se destina a caridad a través de la fundación del equipo.
"La historia en este lugar es fascinante. Al ser el único equipo perteneciente a la comunidad le genera un interés especial a la gente y además de eso está el hecho de lo bien que lo están haciendo. Es una combinación ganadora", dijo Schmitt.
Sus detractores aseguran que no se trata de una organización socialista, porque si bien beneficia a sus socios a través del equipo, ellos no tienen incidencia directa en las decisiones diarias de la organización.
Y que en el fondo sus principales ganancias se producen gracias a los derechos televisivos y de imagen que explota la NFL en el libre mercado en el que opera.
Sin embargo, para el presidente de los Packers no se trata de dónde proviene el dinero sino lo que se hace con él, de allí que hayan rechazado la posibilidad de trasladar uno de sus juegos de local a otras ciudades o países.
"Nos encantaría jugar en Londres, pero debido al tremendo impacto que causa los partidos de local en la economía de nuestra comunidad no queremos mudar uno de nuestros partidos", dijo Murphy.
"Y pasa también que debido que nuestros aficionados nos siguen a todas partes los otros equipos que reciben a los Packers tampoco quieren mover sus partidos de local por el impacto financiero que sufrirían".
De allí se entiende el apasionado furor que generan los Packers, fielmente seguido por la multitudinaria marea verde y oro que tiene la ilusión de ver a su equipo recuperar el trofeo en honor a uno de sus mayores ídolos.
"Creo que vamos a tener un muy buen año", se mostró optimista Murphy.
"La temporada pasada la terminamos muy bien, ganando nuestra división, y creo que podemos utilizar ese éxito como trampolín y aprovechar el impulso. Nuestros jugadores están decididos a lograr el Super Bowl".