La novela terminó: este jueves, tras muchos rumores y especulaciones, será presentado el nuevo técnico de la selección argentina, Jorge Sampaoli.
De 57 años, este obsesivo del fútbol asume la conducción de una selección en crisis. A cuatro fechas de finalizar las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018, la bicampeona del mundo está en el borde del abismo.
En el quinto puesto y con 22 puntos, la albiceleste está en la zona de repechaje y muchos hinchas y expertos esperan que la pasión de Sampaoli por la selección logre evitar lo impensado: un Mundial de fútbol sin el mejor jugador del planeta, Lionel Messi.
Y muchos de ellos basan sus esperanzas en la increíble campaña que el técnico logró con otra selección sudamericana, la chilena.
"Habíamos hecho cosas: un tercer puesto en un Mundial, algunos triunfos relevantes, pero Sampaoli nos dio por primera vez un título, el de la Copa América. Y ese título fue ante la Argentina de Messi", le dijo a BBC Mundo el editor de deportes de la cadena radial chilena ADN, Rodrigo Hernández.
Los números con la Roja lo apoyan: dirigió 44 partidos, con 27 victorias, 9 empates y 8 derrotas. Un rendimiento del 68,8%, el mayor de cualquier técnico en la historia de la selección chilena.
A lo que se suma una clasificación al Mundial de Brasil (donde fueron eliminados en cuartos de final) y la Copa América de 2015.
Con el Sevilla español, el equipo que dirigió en la última temporada, Sampaoli también anotó resultados que lo respaldan: ubicó al equipo en el cuarto puesto tras los gigantes Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid.
Eso, para una selección que está en ascuas tras el despido de Edgardo Bauza, hace un mes, y que no gana un título desde 1993, es un respiro.
En BBC Mundo les presentamos cuatro de las cosas que Sampaoli le ha dado a sus equipos que ahora pueden ayudar a la atribulada escuadra argentina.
1. Devolver la mística
"No estábamos jugando a nada y lastimosamente perdimos un año. Y eso nos estaba conduciendo inevitablemente a una eliminación", le dijo a BBC Mundo el periodista argentino Jorge Barraza.
Tras un año frente a la selección, Edgardo Bauza puso a la selección en una zona de riesgo. Y los hinchas estaban desencantados.
Esa parece ser la primera misión para Sampaoli: devolver la confianza.
En Chile, sin duda, lo había logrado. Pero al otro lado de la cordillera no va a resultar fácil.
"Nos hizo volver a creer en la camiseta, en la bandera, en la selección. Pero lo hizo desde una premisa de que no habíamos ganado nada (antes). En Argentina la cosa es diferente, ellos han sido campeones del mundo dos veces", explicó Hernández.
Ganarse a la hinchada y los periodistas en un país donde el fútbol es religión va a ser fundamental.
"Por ahora lo importante es clasificar al Mundial. Ese es el primer objetivo y la elección de Sampaoli me parece la más adecuada para lograrlo. De los títulos podemos hablar después", agregó Barraza.
2. Armar un equipo
En la final de Chile y Argentina en la Copa América de 2015, uno de los aspectos más destacados del funcionamiento de La Roja fue la capacidad de desarticular, con la presión de sus mediocampistas, el juego del equipo de Messi.
Y eso es algo que le alaban en otros continentes al flamante técnico: su capacidad de armar equipos.
"Una de las cosas que me gustó que hizo con el Sevilla fue que, en un equipo de muchos delanteros, decidió armar un buen mediocampo", le dijo a BBC Mundo el analista deportivo del diario El País, Diego Torres.
"Para mí ese el problema actual de Argentina: muchos buenos delanteros y poco medio campo. Y creo que Sampaoli va a saber resolver ese problema", indicó.
De hecho, parece que ya ha comenzado a trabajar en ese sentido si nos basamos en algunos nombres de su primera convocatoria para los partidos de la selección de la próxima semana frente a Brasil y Singapur: los mediocampistas Leandro Paredes (Roma), Guido Rodríguez (Tijuana), Manuel Lanzini (West Ham), Papu Gómez (Atalanta) y Eduardo Salvio (Benfica).
"Me gusta esta convocatoria. La renovación tiene que ser integral. No solo nominal. Debe tener la mezcla para lograr el funcionamiento que compense la histórica diferencia entre delanteros y defensores", señaló el periodista Juan Pablo Varsky en su columna en el diario La Nación.
3. Unidad bajo su nombre
"Cuando estuvo al frente de la selección chilena, era un hombre que inspiraba respeto y no generaba división", señaló Hernández a BBC Mundo.
La mayor prueba de eso fue cuando decidió mantener en el equipo a su estrella Arturo Vidal, durante la Copa América de 2015, a pesar de que éste había sido arrestado por conducir embriagado en los días previos a la competición.
Competición que finalmente ganó, lo que confirmó la eficacia de sus estrategia para mantener al equipo unido en medio de las turbulencias.
Sin embargo, sus salidas abruptas, sin terminar sus contratos y en medio de polémicas - tanto de la selección chilena en 2015 como del Sevilla hace apenas algunos días- pueden ser un problema en el futuro.
"Tiene el respaldo de hombres como Bielsa, pero también ha sido fuertemente criticado por (los extécnicos) Claudio Borghi y Carlos Bilardo. Y para lograr sus objetivos -que no se limitan a la clasificación- debe generar una total unidad alrededor de la selección", agregó el experto chileno.
"Eso solo lo va a conseguir como lo hizo en Chile: con resultados y jugando bien", concluyó.
4. Selecciones juveniles
Hasta 2005, las selecciones juveniles de Argentina eran las más poderosas del mundo.
Sin embargo, ese dominio ha quedado reducido a cenizas: la selección Sub-20 acaba de ser eliminada en la primera ronda del Mundial juvenil que se juega en Corea del Sur.
Y más que un aporte, lo que Sampaoli puede inspirar es una refundación.
"No creo que esté directamente encargado de las selecciones juveniles, porque no es su trabajo, pero sí es cierto que puede tener influencia en la elección de los entrenadores que lleguen a esas categorías", anotó Barraza.
En el caso chileno, aunque Sampaoli no estuvo involucrado de manera directa, sí trajo varios asesores para generar un nuevo funcionamiento de las selecciones juveniles.
"Aunque no las dirija, los técnicos que lleguen a las categorías juveniles van a tener que trabajar en sintonía con quien esté al mando de la selección mayor", concluyó Barraza.
