La selección de Islandia alcanzó la mayoría de edad este lunes.
Los islandeses se clasificaron a un Mundial por primera vez en su historia, provocando una nueva ola de euforia en la pequeña nación del Atlántico norte que cautivó a muchos aficionados en su primera Eurocopa del año pasado.
Gylfi Sigurdsson ('40) y Johann Gudmundsson ('68) marcaron los dos goles con los que la selección islandesa venció 2-0 a Kosovo.
El resultado puso al equipo en el primer lugar del Grupo I de la eliminatoria de Europa, por encima de Croacia, Ucrania, Turquía, Finlandia y Kosovo, un resultado nunca antes obtenido.
Miles de personas celebraron eufóricas en el estadio Laugardalsvöllur de Reikiavik esta hazaña que se suma a las de los últimos dos años.
Y es que el gran despertar futbolístico de este país de unos 330.000 habitantes, con cerca de 100 futbolistas profesionales, ha causado sorpresa más allá de Islandia.
La inmensa mayoría de los jugadores son amateur o federados y tienen otras profesiones y actividades.
El seleccionado se clasificó en 2015 a su primera Eurocopa, celebrada en Francia el año pasado.
El equipo se convirtió en la sorpresa del torneo al eliminar a la selección de Inglaterra y avanzar a la ronda de cuartos de final en la que finalmente quedó eliminado ante Francia.
En las últimas dos eliminatorias mundialistas, Islandia finalizó en el fondo de su grupo en la clasificación para Sudáfrica 2010, mientras que en su camino a Brasil 2014 se quedó en la ronda de repechaje.
A esto se suma el hecho de que Islandia ha remontado casi 100 posiciones en la clasificación de las mejores selecciones de la FIFA, pues en 2012 ocupaba el lugar 132 y para este año está entre los mejores 30 del mundo.
El milagro
El secreto es la importante inversión de la Asociación de Fútbol de Islandia en infraestructuras deportivas durante los últimos 15 años.
Durante ese período el fútbol creció tanto que ahora se vive este presente de epopeya impensable.
Canchas cubiertas les permitieron a los niños islandeses entrenar y jugar durante todo el año.
Y además de protegerlos del largo y crudo invierno, les proporcionaron superficies de buena calidad, donde perfeccionar su técnica, en lugar de verse obligados a jugar en terrenos impracticables.
La Asociación también invirtió significativamente en la formación de entrenadores: todos, incluyendo los que trabajan con niños pequeños, tienen certificaciones de la UEFA.
De hecho, según algunas estimaciones hay un entrenador altamente calificado por cada 825 islandeses, mientras que la proporción en Inglaterra es uno por cada 11.000 habitantes.
Los resultados empezaron a verse con las selecciones juveniles, incluyendo una victoria 4-1 sobre Alemania en ruta al torneo europeo sub-21 de 2011.
Y la llegada a la selección mayor del experimentado entrenador sueco Lars Lagerbäck terminó de materializar el gran salto.