Clifin Francis estaba sentado en su casa en el sur de India cuando un amigo le preguntó si pensaba ir a la Copa del Mundo.
"Por supuesto", le respondió. "Incluso podría viajar a Rusia para ver el espectáculo".
Todavía era agosto y no tenía ni la más mínima idea de cómo iba a hacer para costearse el boleto de avión desde Kerala, la ciudad en la que vive. Francis trabaja como profesor de matemáticas y gana unos US$40 al día.
"Me di cuenta de que no tendría mucho dinero para viajar a Rusia y quedarme un mes. Entonces me pregunté cuál podría ser la forma más barata de hacerlo. La bicicleta fue respuesta".
Sus amigos no le creyeron, pero él ya había tomado una decisión.
El 23 de febrero, comenzó su épica travesía volando hasta Dubái. Después, tomó un ferri hasta Irán. Desde allí hasta la capital rusa hay más de 4.200 kilómetros en bicicleta.
El premio al llegar a la meta: la posibilidad de ver a su héroe, Lionel Messi, uno de los mejores futbolistas del mundo.
"Me encanta montar en bicicleta y me fascina el fútbol. Así que combiné mis dos pasiones", le contó Francis a la BBC.
Había planeado viajar desde Pakistán, pero tuvo que descartar esa idea por las tensas relaciones con India.
Fútbol y cine
"El cambio de planes me costó mucho. No podía llevar mi bici hasta Dubái y tuve que comprarme otra, lo cual me costó US$700. No era la mejor para viajes a largo plazo, pero era todo lo que podía permitirme", aseguró.
Pero se olvidó de este revés temporal tan pronto como llegó al puerto iraní de Bandar Abbas el 11 de marzo.
"Es el país más bello del mundo y la gente es muy agradable. Estuve 45 días en el país, pero solo me quedé dos días en el hotel".
Francis solo podía gastar US$10 al día, pero dice que todo el mundo le invitaba allá donde iba y la gente le ofrecía quedarse en sus casas o cocinar para él.
"Mi percepción sobre Irán cambió. Me di cuenta de que no debería tener una opinión cerrada solo en base a su geopolítica", le dijo a la BBC.
"Pedalear fue menos doloroso por el hermoso paisaje. Sin duda, volvería".
"Me hicieron prometer que brindaría por el equipo iraní en Rusia. Y aman las películas de Bollywood y eso me ayudó a romper el hielo. Es cierto que el fútbol y el cine unen el mundo".
La siguiente parada fue Azerbaiyán. Durmió en tiendas de campaña en la mayoría de los sitios porque no podía permitirse un hotel.
"La gente también era agradable, pero les cuesta abrirse a un extraño".
La parte más peligrosa
Cuando llegó a Georgia, tuvo que volver a cambiar de planes porque le denegaron la entrada.
"Entonces tuve que buscar otra forma de entrar en Rusia. Alguien me dijo que Azerbaiyán hace frontera con la región rusa de Daguestán", explicó.
Esa zona fue escenario de enfrentamientos entre etnias y es una de las regiones más peligrosas de Rusia.
"Fui allá sin saber que no era seguro, pero no tenía otra opción. Entré el 5 de junio".
Francis dice que el lenguaje era un problema porque la gente en esa zona apenas habla inglés.
"Les sorprendió mucho ver a un indio en bicicleta entrando a su zona", recuerda.
Frances ha llegado hasta Tambov, una ciudad a unos 460 kilómetros al sur de Moscú en carretera. Espera llegar a la capital el 26 de junio para el partido entre Francia y Dinamarca.
"Es el único partido para el que conseguí entradas".
"Pero apoyo a Argentina y Lionel Messi es mi jugador favorito. Le admiro, Mi sueño es conocerle y pedirle que me firme la bicicleta".