Ninguna de las más de 52.000 personas presentes en el estadio pudieron creer lo que estaban presenciando.
Tampoco ninguno de los jugadores del Shakhtar Donetsk, ni siquiera los del Manchester City.
Mucho menos el delantero Raheem Sterling, quien había caído al suelo completamente solo.
Pero el silbato del árbitro Viktor Kassai había sonado y su mano había señalado, sin que le temblara el pulso, la pena máxima.
Nadie daba fe de lo que había ocurrido en la que ya ha sido calificada como una de las peores decisiones arbitrales en la historia de la Champions League.
Y probablemente la peor señalada dentro del área.
La jugada
Con el marcador 1-0 a favor del City, Sterling se escapó en velocidad y con el balón controlado hacía el arco del conjunto ucraniano.
Entró al área y, cuando se disponía a rematar, su pie izquierdo golpeó violentamente con la grama, su cuerpo saltó por los aires y cayó en el área.
Enfrente estaba el portero ucraniano Andriy Pyatov, mientras que por detrás lo perseguía, a unos dos metros, el defensor Mykola Matviyenko.
Ninguno de los dos hizo contacto con el delantero inglés, pero el árbitro húngaro quedó convencido que hubo una falta en la jugada y pitó penalti.
No hubo réplica de los jueces de línea, de los asistentes detrás de los arcos ni del cuarto árbitro, por lo que la pena máxima se cobró y el brasileño Gabriel Jesús anotó el primero de sus tres goles en la cómoda victoria del City 6-0.
"Quise picar la pelota y no se lo que pasó. No sentí ningún contacto. Rocé el balón y le pido disculpas al árbitro", le dijo Sterling a la televisora británica BT Sport después del partido.
¿Y el VAR?
El exfutbolista y comentarista Steve McManaman consideró que había sido un "error cómico" el cometido por Kassai, mientras que el técnico Pep Guardiola reconoció que "no había sido penalti".
Sin embargo, Guardiola defendió a su jugador, a quien muchos criticaron por no ser honesto con el árbitro en el campo y haberle dicho que no había habido falta.
"Podría habérselo dicho al árbitro. Pero Milner también podría habérselo dicho a Mateu Lahoz el año pasado cuando tocó el balón y el gol subió al marcador", dijo en referencia a una jugada clave en la eliminatoria que el City perdió contra Liverpool la pasada temporada.
En esa acción, con el marcador 1-0 a favor del City, Lahoz anuló un gol de Leroy Sané al considerar que el jugador alemán se encontraba en posición adelantada cuando en la repetición se pudo apreciar claramente que Sané había aprovechado una pelota que rebotó en James Milner.
"No nos ha gustado marcar un gol en esa situación, pero el árbitro no se dio cuenta. El árbitro español sí que se dio cuenta", dijo Guardiola.
El técnico catalán también lamentó que todavía no se estuviera implementando el videoarbitraje en la Champions.
"El árbitro debió ser ayudado porque ellos no quieres cometer errores. El juego es tan rápido hoy en día y solo toma 10 segundos para que alguien le diga".
Su contraparte en el equipo ucraniano, Paulo Fonseca, señaló que "es difícil hablar del penalti con un resultado así, pero es ridículo, es todo lo que puedo decir".
"Todos lo vieron, pero no fue por el penalti que perdimos el partido", reconoció.