Adrian Newey es una leyenda dentro de la Fórmula 1: como ingeniero estuvo al frente de los diseños de bólidos que han dominado la Fórmula 1 por décadas.
Pero este ingeniero británico de 58 años también fue el máximo responsable del FW16 de la escudería Williams, el monoplaza en el que Ayrton Senna, el piloto brasileño considerado como uno de los mejores de la historia, murió al estrellarse contra un muro de contención el 1 de mayo de 1994.
"Aún siento algo de responsabilidad por su muerte", señaló en las declaraciones que se pueden leer en su biografía "Cómo construir un carro", dadas a conocer esta semana.
"Yo era uno de los jefes del equipo de diseño del vehículo en el que se mató un gran hombre", señaló Newey, que actualmente trabaja para el equipo Red Bull de la F1.
Al momento de su muerte, Senna, quien tenía 34 años, había ganado tres títulos mundiales y dos subcampeonatos
La investigación
Tras el accidente y la muerte de Senna, se inició una investigación para determinar la causa del fatídico choque, ocurrido durante el Gran Premio de San Marino ese año.
De acuerdo al resultado de la pesquisa, entregada por las autoridades italianas durante un largo juicio que se extendió hasta 2007, el accidente fue causado por una falla estructural en el diseño del vehículo.
Especialmente por una rotura en la columna de dirección del FW16.
Al no poder controlar el bólido, el piloto se estrelló a más de 200 kilómetros por hora contra la barrera de protección en el sector de la pista conocido como Tamburello.
En el choque, una varilla del auto golpeó fatalmente la cabeza de Senna, lo que causó su muerte.
Durante la indagatoria, Newey fue vinculado al proceso por posible asesinato culposo. Sin embargo, nunca fue condenado ni fue a la cárcel.
Pero, según él, eso no lo ha exonerado de su responsabilidad.
"Más allá de lo que ocurrió con el diseño del carro, si la columna de dirección causó o no el accidente, lo cierto es que no puedo eludir el hecho de que permití en el carro una pieza que no debía estar allí", escribió el ingeniero.
El Gran Premio de San Marino era la tercera competencia de aquella temporada y Senna no había logrado sumar un solo punto en las dos instancias anteriores.
Y al frente iba un joven Michael Schumacher, con 20 puntos de ventaja.
"Además, en el diseño, arruiné la aerodinámica. Y Senna estaba intentando hacer cosas con un carro con el que realmente no podía hacerlas", explicó el experto.
"Lo que pasó ese día, aún después de todo este tiempo, todavía me persigue. Pero eso sí, aunque me siento responsable, no me siento culpable de ello".