¿Qué hacer cuando una carrera exitosa debe concluir? Cuando ya no hay voluntad para triunfar y el cuerpo que alguna vez fue vivaz se va arruinando con la edad.
¿Comer y comer y andar en calzoncillos todo el día?
Andy Turner compitió en los Juegos Olímpicos, ganó una medalla de oro en los Juegos de la Mancomunidad y fue coronado como campeón europeo.
Alguna vez fue el corredor de vallas número uno de Gran Bretaña y aún mantiene su marca como el tercer vallista de 110 metros más rápido de la historia británica.
Pero ahora es campeón de fisicoculturismo.
Un físico que era esbelto y ágil ha sido transformado en el de un héroe de acción de Marvel.
Pero para lograr una transformación tan increíble este hombre de 35 años tuvo que hacer mucho más que simplemente entrar en una cabina telefónica y colocarse una capa roja.
Ha puesto mucha presión sobre su cuerpo y su mente, e incluso sobre sus relaciones.
Qué lo motiva
La vida como atleta de élite fue una de rutina, disciplina y esfuerzo por ser el mejor. Había una recompensa financiera y reconocimiento. Y luego todo llegó a su fin, como ocurre con todas las carreras deportivas.
Turner tuvo que hacer muchos cambios en su vida para convertirse en fisicoculturista.
Pero este padre de tres niños sintió la necesidad de llenar "el enorme vacío" tras su retiro.
Se convirtió en un entrenador personal, pero quería lograr algo más. Sus entrenamientos de rutina en el gimnasio le resultaban monótonos y poder comer todo aquello que antes estaba prohibido perdió su gracia una vez que su cuerpo comenzó a ablandarse y expandirse.
Siempre en el trasfondo estaba su hermano Garry, un fisicoculturista modelo en un estado físico "ridículamente bueno", según Turner.
El exatleta escuchaba las historias sobre cómo su hermano competía y ganaba y se le prendió la lamparita.
"Necesitaba enfocarme en algo y ver a mi hermano hacerlo me inspiró", dice el ganador de la medalla de bronce mundial de 2011.
"Veía las imágenes de los otros tipos y no creía que pudiera hacerlo. Siempre fui delgado por correr pero nunca he podido acumular masa muscular y mantenerme esbelto al mismo tiempo".
Se acercó a una empresa de suplementos en busca de un sponsor y ahí comenzó su misión: prepararse para el Miami Pro, su primera competencia como fisicoculturista.
Hacerse corpulento
Turner cumplió el sueño de un amante de la comida: tuvo que mantener una dieta estricta consumiendo miles de calorías.
Cada mes aumentó el volumen de comida, empezando con 3.000 calorías en enero y llegando a las 6.000 para julio.
Los fisicoculturistas lo llaman "abultarse", es un régimen calculado para hacerse lo más grandote posible sin sumar demasiadas grasas.
¿Es divertido? No. ¿Es caro? Sí.
"Llegué al punto de obligarme a comer", recuerda Turner con angustia. "Nunca tenía hambre, siempre me sentía hinchado y gordo. Fue horrible".
"Me compraba un pollo entero por día y lo consumía con facilidad. Iba al carnicero, le daba unos US$140 y comía esa carne toda la semana", rememora.
Para asegurarse de comer lo suficiente Turner debía alimentarse de algo –pollo, arroz o avena- cada dos o tres horas.
Dice que se sintió como un cerdo. Como atleta se había acostumbrado a mantener su consumo de carbohidratos a un mínimo, ahora estaba devorando comida como nunca antes.
En el gimnasio trabajaba para esculpir su cuerpo, convirtiendo esa masa extra en músculo con ejercicios de levantamientos de pesas. Empezó con una sesión de entrenamiento al día y luego aumentó la frecuencia.
Había una cosa positiva: ya no tenía que hacer ejercicios cardiovasculares, un alivio para quien aún mantiene el récord mundial de los 200 metros con vallas, quien dice que no piensa volver a correr.
"El entrenamiento no es de cuerpo completo", cuenta Turner, quien se enfoca en trabajar una parte del cuerpo en cada sesión de gimnasio.
Volviéndose loco
Turner pasó de comer como un cerdo a tener el hambre de un caballo. A 12 semanas de empezar a competir debió reducir su grasa corporal restringiendo su consumo de calorías, hasta el punto de solo poder comer pequeñas porciones cada tres horas.
El deportista comparte detalles de su vida a través de Instagram.
Los fisicoculturistas lo llaman "cortar".
Al mismo tiempo realizaba dos sesiones de entrenamiento diarias, con algunos ejercicios cardiovasculares menores, como caminar por 40 minutos.
Pero su batalla más dura fue con su mente. Empezó a perder la paciencia.
"No le estaba dando a mi cuerpo lo que necesitaba para ser feliz. Siempre tienes hambre, estás cansado, y las últimas semanas son brutales, estás de muy mal humor", cuenta, admitiendo que a su mujer no le gustaba en ese estado.
"Contemplaba dejar de trabajar como personal trainer o tomar otras decisiones de vida importantes porque no podía pensar con claridad. No era yo mismo y esocausó problemas con mi pareja", reconoce.
Cómo posar
El próximo desafío que tuvo que enfrentar Turner fue aprender a flexionar sus músculos y lucir su cuerpo, vestido con shorcitos apretados.
"Tuve que ir a clases para aprender a posar", cuenta, agregando que contratar a un instructor no fue barato.
También tuvo que aprender "la cosa más rara del mundo": cómo hacer que su cuerpo luzca tostado.
"Te paras en una pequeña cabina", relata, explicando el proceso que suele realizarse unas 24 horas antes de la competencia.
Lucir bronceado, la parte "más bizarra" que se requiere para ganar competencias, cuenta Turner.
"Hay como 10 cabinas con 10 tipos parados ahí desnudos, luciendo solo una media, y estas chicas te rocían por todos lados. El próximo día vuelves y te das la segunda capa, y ya estás listo".
Los preparativos de último momento también incluyen hidratar el cuerpo,aumentando el consumo de agua un litro por día hasta que se consume un total de ocho litros diarios.
Esto altera los niveles de sodio en el cuerpo y lo lleva a uno a pasar mucho tiempo en el baño, otra experiencia horrible, según Turner.
"No puedes pasar 20 minutos sin hacer pis", confiesa. "24 horas antes de la competencia dejas de tomar agua completamente y tu cuerpo sigue removiendo el agua, drenando todo el líquido porque has perturbado tus niveles de sodio".
"Es muy poco saludable", admite, "pero si estás deshidratado tu piel parece más fina y se notan más los músculos".
Campeón
Todo su esfuerzo tuvo sus frutos: en su debut Turner fue proclamado el campeón del Miami Pro, en la categoría mayores de 35 años.
Él admite que usó su fama olímpica para promocionarse en redes sociales, luciendo la vestimenta que usó para representar a Gran Bretaña e imitando la famosa pose de Usain Bolt.
Turner confiesa que se autopromocionó en las redes sociales, luciendo su atuendo olímpico y posando como Usain Bolt.
"Incluso los jueces sabían quién era antes de que llegara", reconoce.
Ahora se prepara para su próximo desafío, el 17 de abril, en el que competirá contra "lo mejor de lo mejor".
"Realmente quiero que me vaya bien, quiero ver si puedo alcanzar más", cuenta.
"Soy como un perro con un hueso. Me termino aburriendo de las cosas pero por ahora le daré mi todo".