No es un juvenil, ni tampoco un tipo que tuvo un golpe de suerte. El trabajo de Miguel Jiménez ha sido paulatino y silencioso durante años en varios equipos de nuestro país. Su año de debut fue en el 2003 en un equipo que de a poco se ha ganado un nombre en el fútbol criollo: Iberia.
Su buena actuación en ese año hizo que Deportes Antofagasta se fijara en su juego y de ahí en más su trabajo le permitió aspirar a llegar a varios equipos de nuestra competición. Lota Schwager, Cobreloa, Iquique, Ñublense y Huachipato fueron algunas escuadras que vio defender a Jiménez en sus porterías.
Fue en el norte del país, con Deportes Iquique donde ha obtenido sus mayores logros en títulos. Campeón de segunda división en el 2010 y campeón de la Copa Chile el mismo año. Eso le permitió marcharse a Huachipato donde estuvo dos años.
Ahora bien, justamente en el cuadro acerero mostró lo mejor de él para que un grande del fútbol chileno se fijará en él. Además, la partida de Luis Marín al fútbol estadounidense también fue factor para el fichaje. No obstante, se sabía del nivel que tenía el portero y Lasarte había pedido un portero que diera confianza en el arco.
En la actualidad se puede considerar que el meta que llegue a la U será la sombra de Johnny Herrera y sí, en el papel podría ser, pero Jiménez supo esperar su momento para demostrarle al técnico de la U que tiene opciones en el arco laico.
Su actuación de este domingo ante San marcos de Arica fue de un gran nivel y él lo sabe. El arquero afirmó que “no era fácil la tarea de suplir a un ilustre como Herrera, pero yo sabía que cuando llegara el momento de jugar, tenía que tratar de aprovechar mi oportunidad”. Dicho y hecho, sus atajadas salvaron a la U de un nuevo mal resultado.
Jiménez recordará el partido como un debut soñado. “La primera tapada creo que fue la mejor y la que permitió irme soltando” fue lo que dijo el meta de 34 años.