El grupo de convencionales UDI llamado “Más Sociedad” -y conformado por Constanza Hube, Eduardo Cretton, Katerine Montealegre, Ricardo Neumann y Felipe Mena- manifestaron su molestia por el desarrollo de la negociación para el cargo de la vicepresidencia de la Convención Constitucional.
“Los más jóvenes creemos que es inaceptable que las directivas de los partidos se entrometan en decisiones que son propias de la Convención. Es por eso que repudiamos el actuar de la directiva de RN, que presionó para lograr este acuerdo, porque nos demuestra que todavía estamos en esa política de los 90 con acuerdos secretos y decisiones que se toman por las cúpulas”, dijo Cretton la tarde de este miércoles.
Desde el jueves pasado, las negociaciones en el pacto Vamos por Chile -para ocupar una de las vicepresidencias de la Convención Constitucional- se enredaron, pues el grupo RN-Evópoli, que promovía a Cristián Monckeberg como su carta para dicho cargo, pidió apoyos a la UDI y al Partido Republicano sin éxito.
¿La razón? Este último colectivo resintió que sus socios primero intentaran negociar patrocinios con la centroizquierda.
Así, el viernes por la tarde, el presidente de RN, Francisco Chahuán, se comunicó con su par de la UDI, Javier Macaya, con el objetivo de que las directivas intervinieran en una discusión que no parecía tener fin. Sobre todo, porque las tratativas vinieron a reabrir las diferencias entre las llamadas dos almas de la derecha, una catalogada como “extrema” o “dura” y otra como “entreguista” o “blanda”.
Conflicto por vicepresidencia en la Convención reabre tensión por las “dos almas” en Chile Vamos
En ese escenario, las directivas de los partidos de Chile Vamos intervinieron hasta último momento -y en arduas tratativas el fin de semana- para que los convencionales pudieran alcanzar un acuerdo. “La autonomía de los constituyentes se debe acabar”, comentaban altos dirigentes en medio de las negociaciones. La preocupación incluso llegó al punto de que el tema fue abordado en el comité político ampliado de La Moneda.
Este miércoles, en tanto, a través de un comunicado de prensa, el grupo Vamos por Chile informó que sus cartas serían Raúl Celis (RN) y Hernán Larraín Matte (Evópoli), ambos repartiéndose el periodo por la mitad (tres meses cada uno).
La resolución, admiten en el conglomerado, fue salomónica en pos de la unidad del sector, sobre todo, dicen, porque Larraín Matte no estuvo disponible para dejar de lado a RN luego de que la UDI-republicanos le ofrecieran sus 21 firmas para declinar la opción de Monckeberg. “Se merecía una señal”, decían sobre el Evópoli.
Ya con el desenlace, convencionales UDI -la edad promedio de este grupo es de 32 años- dieron cuenta de la molestia con un antecedente clave de fondo: la seguidilla de derrotas electorales de la derecha durante las elecciones de 2021 dejó a la vista, a su juicio, la baja convocatoria del sector entre jóvenes y mujeres. Es más, en este grupo relevan que los reparos no tienen que ver con la vicepresidencia en sí, sino en el propio desarrollo de las tratativas y lo lejos que llegó la tensión en el bloque, incluso poniendo en entredicho la relación en el futuro Congreso.
“Es hora de que la derecha deje de lado la lógica de los cuoteos y que avancemos en modernizar y horizontalizar las decisiones al interior de nuestros partidos”, dijo Cretton a la vista con que en su grupo afirman que estas prácticas “verticales” solo ahuyentan a los jóvenes de la derecha.
Por su parte, el convencional Felipe Mena, durante la tarde, señaló: “Tenemos el gran desafío de renovar la política, y eso no se hace solamente con rostros nuevos, sino que también con acciones, actitudes e ideas renovadas. Por eso; que las directivas de los partidos políticos se hayan inmiscuido en la decisión del conglomerado de Vamos por Chile por la vicepresidencia adjunta evidentemente no es positivo”.
Ricardo Neumann, en tanto, consultado por T13, explica que, de este episodio, se desglosan tres puntos de análisis. El primero, dice, “las supuestas dos almas de la derecha ha traído más costos y quedó demostrado, porque ellos no lograron conseguir las firmas que pretendían de la centroizquierda por habérselas dado de dialogantes”. Segundo, agrega, “es grave que subordinen la vicepresidencia a cargos que son mucho más importantes en el proceso constituyente como las instancias que tenemos en la comisión de Armonización”. Y, tercero, dice, “el escalar este tema a la cúpula partidaria -allí se puso en jaque acuerdos importantes en el Senado- es justamente lo que la derecha tiene superar si quiere tener algún tipo de futuro en el país. Este es el tipo de cosas que ahuyentan a los jóvenes; una política con prácticas añejas que subordina el trabajo que tiene que hacer una derecha que hoy está en minoría simplemente a gustitos”.
En el grupo, asimismo, reclaman que la directiva RN haya actuado a través de “chantajes” -se habló en un momento de que se podría vetar el nombre de Juan Antonio Coloma (UDI) para la presidencia del Senado- y que eso, agregan, solo viene a replicar las viejas prácticas del Congreso. En “Más Sociedad”, en todo caso, dicen dar por cerrado el capítulo de la vicepresidencia, aunque marcando su crítica postura por el desarrollo de las tratativas.