Pasadas las 17:00 horas se concretó en el Pleno de la Convención Constitucional la votación sobre las atribuciones de la Cámara de las Regiones, instancia que busca reemplazar al Senado en un nuevo sistema político presidencialista, con un bicameralismo asimétrico, donde el poder legislativo queda en manos principalmente de un Congreso de Diputadas y Diputados.
La norma principal que fue votada dice relación con las leyes que competerán a la Cámara de las Regiones revisar. Según se lee en el Artículo 28 aprobado serán de acuerdo regional leyes como aquellas que reformen la Constitución, el sistema de justicia, el poder legislativo y los órganos autónomos constitucionales; así como también las de Presupuestos, las que regulen votaciones populares, entre otras más de doce atribuciones.
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Esa votación fue aprobada por 111 votos -necesitaba de 103- y solo hubo tres apoyos de la centroderecha: de los RN Cristián Monckeberg y Raúl Celis, y del Evópoli Hernán Larraín Matte. Mientras que 22 integrantes de la derecha votaron en contra, otros diez se abstuvieron y hubo además dos ausencias de Eduardo Cretton (UDI) y Patricia Labra (RN).
La justificación de estos votos a favor -al menos la de Monckeberg y Larraín-, dicen en la Convención Constitucional, tuvieron como argumento principal de que la actual propuesta se trata del “mal menor” frente al texto inicial en la que la Cámara de las Regiones tenía mucho menos atribuciones de las que finalmente se aprobaron este viernes.
En ese sentido, tanto Monckeberg como Larraín forman parte de la comisión de Sistema Político, por lo que, dado los entendimientos alcanzados allí, podían quedar en un complicado pie para rechazar una propuesta que se redactó en el grupo que integran. Conservar el presidencialismo, de hecho, dicen, fue una idea promovida por ambos.
Se trataba, además, de una votación clave, pues luego del acuerdo que se alcanzó para una primera propuesta de sistema político del texto constitucional -conocido como la "sala de máquinas" de la nueva Carta Magna-, finalmente esa iniciativa fue rechazada por el Pleno. Así, esta instancia corría un alto riesgo de que, si se volvía a rechazar, el texto legislativo quedara sin un cuerpo que la rija. En esa línea, existía un costo político alto de que las atribuciones fueran desechadas definitivamente.
Luego de la votación, Marcela Cubillos y Arturo Zúñiga (de Un Chile Unido) y Constanza Hube (Unidos por Chile) -los otros miembros de la comisión de Sistema Político- criticaron la aprobación de la medida.
“Pasó lo que todos sabíamos que iba a pasar: se aprobó este acuerdo que fue eliminar el Senado sin ningún tipo de argumento serio, se aprueba una Cámara de las Regiones que termina siendo una Cámara decorativa, una Cámara aspiracional, una Cámara testimonial, porque el poder va a quedar 100% concentrado en el Congreso de Diputados y diputada”, dijo Hube.
A su turno, Cubillos recalcó que “quien tenga la mayoría simple de esa Cámara (Congreso de Diputadas y Diputados) podrá hacer y deshacer en Chile”.
Consultada por el apoyo de sus pares de derecha de la comisión de Sistema Político, Cubillos respondió: “Algunos votan por el mal menor o absteniéndose, pero todo Chile Vamos actuó siempre unido para defender la existencia del Senado, para defender un Congreso bicameral, para defender una Cámara revisora, que es lo que hoy se ha terminado de eliminar”.
En esa línea, la exministra recalcó que los apoyos de sus pares no fueron clave. “Se votó holgadamente, no era ni siquiera incidente lo que hicieran algunos convencionales”, señaló.
En una parte de RN, en tanto, en horas de la tarde de este viernes, criticaron en privado la decisión de Monckeberg, aduciendo a que existiría un acuerdo con la izquierda para ciertas normas transitorias, lo que, desde el círculo del exdiputado, fue descartado.
El convencional RN Luciano Silva -uno de los diez que se abstuvo de esta propuesta-, al ser consultado por T13 sobre por qué votó de esa manera, dice: “Pienso que están acomodando una situación a intereses pequeños y no ven el daño que le hacen a Chile si se suaviza lo que está quedando en la nueva Constitución. Seguro también aprobarán mantener el actual Congreso hasta el año 2030 en transitoria, espero que no, porque el resto de Chile deberá vivir bajo el yugo de esta nueva Constitución totalitaria. Nosotros, quienes no votamos (abstención), pensamos que es mejor que se evidencie todo de una vez y no estar poniendo anestésicos cuando la cosa es completamente destructiva en el fondo”.