El Presidente de la República, Gabriel Boric, respondió a los dichos del consejero constitucional electo del Partido Republicano Luis Silva, quien resaltó la figura del dictador Augusto Pinochet como “un estadista”. El mandatario refutó esta opinión y calificó a Pinochet como un dictador “esencialmente antidemócrata”.
“Augusto Pinochet fue un dictador, esencialmente antidemócrata, cuyo gobierno mató, torturó, exilió e hizo desaparecer a quienes pensaban distinto. Fue también corruto y ladrón. Cobarde hasta el final hizo todo lo que estuvo a su alcance para evadir la justicia. Estadista jamás”, escribió el Presidente Boric en su cuenta de Twitter.
Sus dichos llegan luego que en una entrevista con el sector empresarial en Icare TV, el consejero Silva dijera que no podía reducirse los 17 años de dictadura de Pinochet a las violaciones a los derechos humanos y destacó que el régimen “supo rearmar un Estado que estaba hecho trizas”.
“Hay un dejo de admiración porque creo que fue un estadista. Es un hombre que supo conducir el Estado, supo rearmar un Estado que estaba hecho trizas. Lamentablemente durante su tiempo a cargo del Gobierno de Chile ocurrieron cosas que él no podía no conocer, y que habría por lo tanto justificado y que son atroces. Eso, por lo tanto, mancha lo que hizo por Chile”, dijo Silva cuando le preguntaron por su relación con la figura de Pinochet.
En qué consiste el proyecto que tipifica como delito el negacionismo a las violaciones a los DDHH de la dictadura
Desde el gobierno, la ministra vocera, Camila Vallejo, ya había cuestionado los dichos del representante del Partido Republicano y consideró preocupante la existencia del negacionismo.
“En nuestro país tenemos una fuerza política en la que varios de sus representantes se han reconocido abiertamente como pinochetistas. Evidentemente que, a 50 años del golpe cívico-militar nos preocupa que exista negacionismo, que se pretenda aún justificar o validar un golpe de Estado, una dictadura que violó derechos humanos, que masacró a gran parte de nuestro pueblo, que persiguió políticamente, que torturó y que generó heridas hasta hoy”, dijo la ministra de Estado.
“Por eso que, a 50 años del golpe, nuestro ejercicio es de memoria, de reconocer lo que sucedió en nuestra historia, de no negarlo, de reparar, de señalar la verdad, de hacer justicia, pero también pensar en nuestro presente y futuro porque lamentablemente también hay mucha gente que, habiendo nacido en 1988, no conoce lo que sucedió, no conoce nuestra historia”, añadió.