Hace pocos días se cumplieron dos años desde la muerte de Tomás Bravo y la Fiscalía recibió un portazo desde el Juzgado de Garantía de Arauco, el que se negó a extender el plazo de investigación.
Tomás Bravo tenía tres años cuando se perdió su rastro el 17 de febrero de 2021 en el sector rural de Caripilun, región del Biobío, tras salir con su tío a acarrear animales en un sitio cercano. El cuerpo fue encontrado tras nueve días de búsqueda y, al momento, el único imputado es el tío del menor de edad, Jorge Escobar.
En Reportajes T13, el prefecto en retiro de la Policía de Investigaciones (PDI), Héctor Arenas, relata que, "según el manual de búsqueda en casos de niños desaparecidos en sectores rurales, los menores de tres años tienden a andar sin sentido, no responden a silbidos ni llamados y suelen buscar un lugar donde tumbarse para dormir".
"Las imágenes que sacó la Fuerza Aérea no fueron, por lo menos en su totalidad, examinadas en el lugar. Son fotos de alta definición (...) que deben ser analizadas... tu tienes una imagen, pero tienes que ir viendo cuadro a cuadro qué es lo que hay en esas imágenes", agregó.
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Según el informe de la PDI, a seis metros donde fue encontrado el cuerpo de Tomás Bravo fue posible divisar una figura con un volumen de 30 centímetros de largo, 20 de ancho y de entre 60 y 69 de alto. Esa figura no era algo fijo del lugar.
El último informe de autopsia entregado por el Servicio Médico Legal (SML) señala que la causa de muerte habría sido hipotermia en contexto de deshidratación e inanición. Añade que el fallecimiento ocurrió entre cinco a siete días desde desde su desaparición con una mayor tendencia a los cincos días previos a su hallazgo. Las imágenes captadas por la FaCh son del día 21 de febrero, es decir, están en el rango del informe.
