El óleo muestra la silueta de un cráneo negro con pinceladas rojas y amarillas; sus enormes dientes afilados sobresalen sobre un fondo azul matizado con graffitis. No tiene siquiera título, pero se ha convertido en la pintura más cara de un artista estadounidense, al alcanzar 110,5 millones de dólares en una subasta de Sotheby's.
Su autor, Jean-Michel Basquiat, artista que murió con apenas 27 años en 1987 cuya obra abarca un breve período de siete años.
El óleo fue vendido en apenas 10 minutos a Yusaku Maezawa, un empresario de moda japonés que planea montar un museo en su ciudad natal de Chiba.
Es el precio más alto pagado jamás por un cuadro de un artista negro y la primera pieza creada después 1980 en romper la marca de los US$ 100 millones.
"Aquí está, abriendo camino no sólo en términos de mercado, sino también en términos de cómo su trabajo se percibe más ampliamente", dijo al diario The New York Times el artista Adam Pendleton, quien es afroestadounidense. "Habla a los elementos más amplios de la cultura estadounidense. Y qué momento tan poderoso para que eso suceda".
El Van Gogh estadounidense
La subasta del jueves coloca a Basquiat al nivel de Francis Bacon, Vincent Van Gogh y Pablo Picasso, artistas cuyos cuadros se cotizan en decenas de millones de dólares.
De hecho, algunos llaman a Basquiat "el Van Gogh estadounidense". Su historia encarna tres elementos sumamente atractivos en el mercado del arte: talento, una historia personal dramática y una obra escasa.
"Es una gran historia de éxito que también viene junto con mucha tragedia con la que la gente puede relacionarse. Es lo que buscamos ver en nuestros artistas, nuestros Kurt Cobains y Janis Joplins", señaló Franklin Sirmans, director del Museo de Arte Pérez de Miami, experto en Basquiat, en declaraciones al New York Times.
Jean Michael Basquiat nació en 1960 en Brooklyn, Nueva York, de padre haitiano y madre de ascendencia puertorriqueña.
Dejó la escuela secundaria a la edad de 15 años y asistió a la City-As-School, una escuela alternativa para estudiantes de arte.
A principios de los años setenta se dedicó a pintar graffitis alrededor de Manhattan, integrando el dúo SAMO junto a su amigo Al Díaz. Luego comenzó a producir tarjetas postales pintadas a mano - de las cuales le vendió una a ícono de la pintura pop Andy Warhol- y también camisetas.
Meteórico ascenso
Su primera exhibición tuvo como escenario Times Square, en Nueva York, en 1980, y al año siguiente su primera exposición individual atrajo a la atención del mundo del arte. Sus cuadros comenzaron a venderse por precios de más US$10.000 y se convirtió en amigo y colaborador de Warhol.
Durante la década de 1980 realizó muchas exposiciones internacionales. Se dice que pintaba en costosos trajes de Armani, que luego usaba manchados de pintura.
En muy pocos años había pasado de vender dibujos por $US50 a su primera exposición individual en la galería Annina Nosei de Nueva York, donde ganó US$250.000.
En 1982 tuvo un romance con una joven de origen italiano llamada Madonna Louise Ciccone, quien empezaba su carrera como cantante y luego sería conocida en el mundo entero como Madonna.
Una adicción fatal
"Él no dejaba de usar heroína. Era un hombre asombroso y profundamente talentoso, lo amé", contó la artista en 2015.
"Cuando rompí con él me hizo devolverle las pinturas que me dio y luego las pintó de negro".
Basquiat se vio profundamente afectado por la sorpresiva muerte de su amigo Warhol en 1987.
Sus intentos de alejarse de las drogas no fructificaron y poco más de un año después fue hallado muerto en su apartamento a causa de una sobredosis de heroína, pasando a formar parte del infame club de artistas que murieron a los 27 años, como Jim Morrison, Janis Joplin o Kurt Cobain.
El valor de su obra se ha multiplicado por 10 desde entonces.
El año pasado, se convirtió en el artista estadounidense de mayor recaudación en una subasta, generando US$ 171.5 millones de 80 obras, según la base de datos de Artprice.
Un pintor con la imagen de maldito cuya obra le ha dado la inmortalidad.