El mapa que revela los últimos días de la increíble odisea de Shackleton en Antártica
La historia del escape del explorador anglo-irlandés Ernest Shackleton de Antártica, en 1916, se ha contado muchas veces.
Es, sin duda, una historia notable dados los desafíos que él y su tripulación debieron enfrentar después de que se hundiera el Endurance, la nave en la que viajaban.
Por meses, se mantuvieron a la deriva sobre el hielo hasta llegar en botes salvavidas hasta la Isla Elefante, desde donde navegaron por el Océano del Sur sorteando múltiples peligros hasta llegar a Georgia del Sur.
Y, por si esto fuera poco, Shackleton y dos de sus colegas tuvieron que emprender una larga caminata a través de las montañas y los campos de hielo del territorio británico de ultramar, hasta llegar a una estación ballenera para buscar ayuda para los hombres que se habían quedado varados más atrás en la ruta de escape.
Ahora, gracias a un nuevo mapa que detalla el recorrido de Sackleton por Georgia del Sur, es posible seguir los pasos del explorador para entender cómo logró realizar con éxito esta última parte de su travesía.
Como si fueras Shackleton
El mapa de la región, que ahora contiene el cruce de Shackleton, fue actualizado por el British Antarctic Survey (BAS, por sus siglas en inglés).
"Nunca antes tuvimos un producto como éste y hemos puesto un gran esfuerzo para hacerlo lo más detallado posible", le explicó a la BBC Laura Gerrish, especialista en cartografía de BAS.
"Hemos utilizado imágenes de alta resolución (...) para marcar la elevación del terreno, y hemos digitalizado manualmente todas las zonas de hielo y roca".
"No tratamos de hacerlo como una ruta que se debe seguir, pero muestra los caminos posibles a quienes estén interesados en recrear el cruce", añadió Gerrish.
La porción del mapa que cubre el recorrido de Shackleton está reproducida en una escala de 1:40.000, con tres puntos a 1:25.000.
Estos ilustran las partes más peligrosas de la caminata de 30 km, incluyendo los lugares con descensos casi en picada.
Shackleton, junto con Tom Crean y Frank Worlsey, pasaron estos obstáculos deslizándose por sus cuerdas enrolladas.
Una isla distinta
Si el trío regresase hoy día, se quedarían atónitos con los cambios que han tenido lugar en la zona.
Georgia del Sur se está calentando y sus campos de hielo están retrocediendo rápidamente. Esto se hizo evidente en 2004, la última vez que el BAS cartografió la zona.
"Los datos que tenemos ahora son, por supuesto, mucho más precisos, pero también hay muchas más bahías, caletas, promontorios y lagos nuevos, simplemente por todo lo que han retrocedido los glaciares", dice Gerrish.
Hace unos 20.000 años, durante la última Edad de Hielo, los glaciares de la isla se extendían hasta unos 50 Km de su posición actual, llegando hasta el borde de la plataforma continental.
Hoy, los glaciares que forman la plataforma de hielo solo son fiordos.
"He estado trabajando en Georgia del Sur durante 15 años y cada vez que voy me digo: 'No puede creer que los glaciares se hayan movido otra vez'", me dice Mark Belchier, encargado de los proyectos de ciencia del BAS en la isla.
El hielo que está retrocediendo más rápido están en la costa norte o este.
Neumayer y Nordenskjold, los dos grandes glaciares en la Bahía Cumberland, han retrocedido ya 6 km.
Pero los cambios también se ven en el sur.
El retroceso de 4 km del glaciar Twitcher, desde la última edición del mapa, ha abierto una nueva bahía. Y, con el retroceso del vecino glaciar Iris, ha surgido un nuevo promontorio.
Peligro de invasión
Puede que a estas alturas te estés preguntando qué impacto tiene el cambio climático en Georgia del Sur.
Probablemente hayas escuchado con cierta frecuencia a gente que ha estado allí y describe el lugar como un paraíso para la vida silvestre.
Se dice que en algunas playas, durante la temporada reproductiva, no se puede caminar por allí, literalmente, por la cantidad de pingüinos y focas que hay.
Uno de los beneficios del retroceso del hielo es que crea más espacio para que los animales se reproduzcan.
Pero, por otro lado, la pérdida de hielo tiene implicaciones si hay una invasión de ratas.
En la isla, se ha invertido mucho tiempo y dinero para eliminar a las ratas que atacaban los nidos de las aves marinas como los albatros.
Los glaciares actúan como barreras que limitan los lugares a los que pueden acceder las ratas.
Si estas volvieran -quizá con algún barco de turistas- podrían moverse ahora por la isla con mucha más facilidad.
Además, "muchas especies en Georgia del Sur están muy adaptadas al ambiente frío relativamente estable, y si las condiciones cambian, no tendrían a dónde ir", asegura Belchier.
"Pueden quedar también vulnerables a otras especies que las pueden invadir desde más al norte".
El mapa puede conseguirse en el Antarctic Heritage Trustde Reino Unido. Y mucha de la información que contiene puede bajarse de forma gratuita del portal South Georgia GIS.