"Con agua y gasecito": así dijo este jueves el presidente Nicolás Maduro que se enfrentan las fuerzas de seguridad a las protestas. También insistió en que hay orden de prohibir las armas de fuego. Y sin embargo, otro joven falleció "tras recibir tres disparos en el tórax" de un guardia nacional.
Sólo tres días después de la muerte de un manifestante por la que están implicados tres agentes de la Guardia Nacional, David José Vallenilla Luis, de 22 años, se convirtió en la víctima número 75 en la ola de protestas que la oposición promueve desde principios de abril.
Como Fabián Urbina, de 17 años, el lunes, Vallenilla murió supuestamente por los disparos de un agente de la policía militarizada encargada de contener y dispersar las protestas.
Según escribió en la red social Twitter el ministro de Interior, Néstor Reverol, ya fue identificado un sargento que "empleó un arma no autorizada para repeler el ataque, causando la muerte de uno de los participantes del asedio".
"El efectivo militar está siendo sometido a los procesos de ley para la aplicación de la Justicia", agregó Reverol.
Según la información preliminar publicada por la fiscalía, que ya investiga el caso, Vallenilla "estaba en una manifestación en las inmediaciones de la base aérea La Carlota, donde resultó herido tras recibir tres disparos en el tórax".
El suceso tuvo lugar muy cerca de donde murió el lunes por un disparo de bala Urbina, por cuya muerte hay imputados tres guardias nacionales.
Como entonces, videos de medios locales y fotografías de las agencias Reuters y AFP muestran el momento en el que varios manifestantes se suben a la verja que separa la principal autopista de Caracas de la base aérea.
En ese momento, cuando ya apenas se ve a Vallenilla al otro lado de la valla, varios agentes se acercan y le disparan desde cerca.
"Con agua y gasecito"
Pocos minutos antes del suceso, el presidente Maduro se había pronunciado sobre la muerte de Urbina tras una pregunta de los medios internacionales.
"La Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana han hecho un esfuerzo heroico y lo deben seguir haciendo. Sin armas de fuego, sin escopetas de perdigones. Está prohibido. Con agua y el gasecito lacrimógeno, que está permitido. Solamente", dijo Maduro.
El presidente destacó la rápida respuesta con la detención, pero también dijo que va a iniciar una investigación para saber si detrás hay una "conspiración".
"Estoy dando la orden clara de que no se pueden usar armas de fuego. Estoy dando la orden clara de que jamás se puede disparar en una manifestación, bajo ninguna condición", dijo en referencia al reglamento para controlar manifestaciones.
"Recurrente asedio"
Tras la muerte de Vallenilla, el ministro Reverol, además de señalar que el sargento presuntamente autor de los disparos que mataron a Vallenilla, se quejó del "recurrente asedio sobre la base militar de La Carlota" de parte de los manifestantes.
"Con el de hoy se han registrado no menos de 10 ataques contra la base militar de La Carlota por parte de fuerzas de choque de la MUD", escribió en Twitter.
La de Vallenilla es la muerte número 75 en el marco del conflicto político y social que vive Venezuela desde hace casi tres meses.
Dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por las que se atribuía poderes del parlamento, ahora de mayoría opositora, fuero el detonante de las protestas.
El Ejecutivo asegura que la oposición ha iniciado una ola de "violencia neofascista" con el fin de desestabilizar al gobierno y promover una intervención extranjera. Una parte de los manifestantes ha provocado destrozos y ha lanzado piedras y cócteles molotov a las fuerzas del orden.
El 20 de mayo, unos manifestantes prendieron fuego a una persona que falleció dos semanas después.
La oposición, por su parte, acusa al Ejecutivo de haberse convertido en una "dictadura" y a las fuerzas del orden de una brutal represión de las marchas de protesta.
Por ejemplo, la fiscalía consideró probado que el joven Juan Pernalete murió por el impacto en el pecho de una bomba lacrimógena.
En medio de una fuerte crisis económica, la oposición reclama elecciones y se niega a participar en el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente, cuyos componentes serán elegidos el 30 de julio y en la se redactará una nueva Constitución y se reformará el Estado.
El sábado hay previstas una nueva marcha de la oposición y otra del oficialismo en un enfrentamiento continuo que pronto cumplirá tres meses y para el que no se le ve fin.